La reunión del Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) para la selección del nuevo Gobierno interino que organizará las elecciones en el país africano, previstas para el 24 de diciembre, ha arrancado este lunes en la ciudad suiza de Ginebra, un día después del anuncio de las candidaturas. "Es un gran placer poder reunirme con todos ustedes de nuevo en persona", ha dicho la enviada especial en funciones de Naciones Unidas para Libia, Stephanie Williams, quien ha destacado los "importantes progresos" logrados desde la adopción de la 'hoja de ruta' pactada a finales del año pasado en Túnez. Así, ha señalado que los participantes en el LPDF están trabajando para "responder a las aspiraciones y demandas del pueblo libio para una Libia soberana y unificada y para la restauración de la democracia", así como "por un verdadero compromiso con la reconciliación nacional", "el regreso de los desplazados y exiliados" y "la renovación de la legitimidad en las instituciones". Williams, que ha recalcado que los avances se han logrado en "un viaje arduo plagado de desafíos" y han alcanzado un hito con la publicación el sábado de los candidatos a los puestos de primer ministro y en el seno del nuevo Consejo Presidencial. "El pueblo libio está detrás de ustedes, les apoya, quiere que tengan éxito", ha manifestado, al tiempo que ha incidido en que "será un proceso abierto y transparente que todos los libios presenciarán". "Esta semana, tras meses de trabajo, tienen la oportunidad de elegir una autoridad ejecutiva unificada y temporal", ha manifestado. "Este proyecto no es sobre compartir el poder o repartir una tarta, es para formar un Gobierno temporal compuesto de patriotas que estén de acuerdo en hacer frente y compartir la responsabilidad para poner la soberanía, la seguridad, la prosperidad y el bienestar del pueblo libio por encima de los intereses estrechos y lejos del espectro de la interferencia extranjera", ha argüido. En este sentido, ha reconocido que "hay mucho trabajo por delante" y ha pedido a los participantes "trabajar duro y trabajar juntos" para lograr avances "con espíritu de cooperación, fraternidad, integridad y amor a la nación", según la transcripción de sus declaraciones publicada por la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL). Los candidatos, entre los que destaca, por ejemplo, el presidente del Parlamento asentado en el este del país, Aguila Salé, o el ministro del Interior, Fazi Bashagha, se comprometieron a no participar en las elecciones al final del período preliminar y firmaron una declaración jurada jurídicamente vinculante que confirma su cumplimiento de la actual ley libia. El LPDF, una herramienta con la que las administraciones enfrentadas en el país esperan poner fin a la guerra civil que dura ya cerca de siete años, aprobó el 19 de enero el mecanismo de selección del nuevo Gobierno provisional hasta las elecciones del 24 de diciembre de 2021. Los contactos entre las partes se han intensificado desde que el Gobierno de unidad, reconocido internacionalmente y respaldado militarmente por Turquía, rechazara la ofensiva lanzada en abril de 2019 por Haftar, que cuenta con el respaldo de Egipto, Rusia y Emiratos Árabes Unidos (EAU), contra la capital, Trípoli. Libia vive sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011. El conflicto actual enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli, con el establecido en la ciudad de Tobruk, en el este, y sustentado por el general Jalifa Haftar. La duplicidad institucional en Libia se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este --anteriormente reconocidas por la comunidad internacional-- y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.
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