El brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), las Brigadas de Ezeldín al Qassam, ha advertido este miércoles a Israel de que "pagará un alto precio" si continúan los ataques contra residentes en Jerusalén Este, en medio de un aumento de las tensiones durante los últimos días. El líder de las Brigadas de Izeldín al Qassam, Mohamed Deif, ha señalado en un comunicado que "si la agresión contra el pueblo en el barrio de Sheij Jarrá no se detiene inmediatamente, (el grupo) no permanecerá de brazos cruzados y el enemigo pagará un alto precio". Así, ha aplaudido las protestas por parte de la población en la zona contra las notificaciones de desahucio por parte de un tribunal israelí y ha resaltado que el comunicado es "la advertencia final a la ocupación", según ha recogido la agencia palestina de noticias Maan. El mensaje ha sido publicado un día después de que el Gobierno palestino reclamara al Tribunal Penal Internacional (TPI) que se posicione ante los intentos de colonos israelíes de expulsar de sus viviendas a palestinos en el barrio de Sheij Jarrá, tras los incidentes de los últimos días. Un tribunal israelí ha determinado que cerca de 50 residentes palestinos han de abandonar sus viviendas en el barrio argumentando que las mismas pertenecieron a judíos antes de 1948, mientras que cerca de 70 personas tendrán que ser desalojadas en agosto por estos mismos motivos. El ministro de Exteriores palestino, Riyad al Maliki, envió una carta a la fiscal jefe del TPI, Fatou Bensouda, para protestar por la situación y ha dicho que el fallo judicial es "inaceptable e inadmisible", así como "contrario al Derecho Internacional", según la agencia palestina de noticias WAFA. Sheij Jarrá y otras zonas de Jerusalén Este ha sido escenario de un repunte de las tensiones durante los últimos días y durante la noche del lunes resultaron heridos diez palestinos en enfrentamientos con militares en el marco de una protesta convocada contra los desalojos.
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