La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, ha denunciado este lunes que miembros del Ejército de Etiopía han allanado la oficina de Mekelle, capital de la región de Tigray, de la agencia en el país y han desmantelado su antena de comunicación.

Fore ha denunciado, a través de su cuenta en la red social Twitter, que esta acción "viola los privilegios e inmunidades de la ONU", así como las reglas del derecho internacional humanitario en cuanto "al respeto de los objetos de ayuda humanitaria".

En este sentido, ha condenado la acción "en los términos más enérgicos", y ha recordado que la prioridad de UNICEF "en Tigray, y en toda Etiopía, es ayudar a los niños más vulnerables, incluidos los 140.000 niños que ya enfrentan condiciones similares a las de la hambruna".

"No somos, y nunca deberíamos ser, un objetivo", ha denunciado, para pedir a todas las partes en el conflicto de Tigray que "respeten las reglas de la guerra y respeten y protejan a las agencias humanitarias".

Fore ha exigido, por último, que "las partes en conflicto no deben registrar, confiscar o interferir con las operaciones de ayuda humanitaria", sino que "deben permitir el acceso a las poblaciones necesitadas y deben proteger a los niños en todo momento".

Tigray ha sido escenario de conflicto y enfrentamientos en los pasados meses, desde que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció en noviembre de 2020 el inicio de una ofensiva militar contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), en respuesta a un ataque del grupo contra la principal base del Ejército en Mekelle tras un drástico repunte de las tensiones entre la formación y el Gobierno central.

Las agencias de la ONU y las ONG han visto limitado su margen de maniobra en la zona, en un contexto marcado por una grave crisis humanitaria que azota Tigray.