Un tercer miembro de la milicia de ultraderecha Oath Keepers se ha declarado este martes culpable por cargos relaciones con el asalto al Capitolio del 6 de enero y cooperará con los fiscales. Caleb Berry, de 20 años, se ha declarado culpable en una audiencia en un tribunal de Washington de los cargos de conspiración y obstrucción de un procedimiento del Congreso, ya que el asalto tuvo lugar cuando las dos cámaras celebraban una sesión conjunta para ratificar la victoria de Joe Biden en las elecciones. La culpabilidad reconocida de Berry y el acuerdo de cooperación son un logro importante para los fiscales, que continúan detrás de los grupos de extrema derecha que planearon la jornada de violencia vivida en el Capitolio. Ya se han asegurado la cooperación de otros dos miembros de la milicia, aunque cerca de 20 afiliados al grupo han sido imputados. Como parte de su declaración de culpabilidad, Berry podría enfrentarse a entre cuatro y cinco años de prisión. Si se muestra útil para los fiscales, podría obtener una pena mucho más ligera, ya que no tiene historial criminal y los jueces estadounidenses suelen mostrar compasión con las personas que delinquen por primera vez. El miembro de los Oath Keepers también ha aceptado pagar una multa de 2.000 dólares (cerca de 1.700 euros) para reparar los daños del Capitolio, según ha informado la cadena de televisión CNN. Hasta el momento, tres personas han sido condenadas por su rol en el asalto al Capitolio y 20 se han declarado culpables ya y esperan un dictamen. La Justicia estadounidense condenó el lunes a ocho meses de prisión a uno de los partidarios del expresidente Donald Trump que participaron en el incidente, la que es la primera condena impuesta a un participante en el suceso. En concreto, Paul Allard Hodkings se declaró culpable del cargo de obstrucción de un procedimiento oficial. Partidarios de Trump asaltaron el Capitolio cuando el Congreso celebraba una sesión conjunta para ratificar la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales, celebradas el 3 de noviembre. El expresidente Trump rechazó repetidamente el resultado electoral, afirmando que se había producido un "fraude", aunque sin proporcionar pruebas al respecto. El incidente dejó cinco muertos.
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