Con motivo de la semana de la lactancia, que se celebra del 1 al 7 de agosto, la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM) hace hincapié en la necesidad de que los lactantes se críen en un espacio libre de humos, ya que fumar mientras se está dando el pecho puede resultar muy peligroso para los bebés. Según advierten los miembros de la asociación, desde el inicio de la lactancia, las madres fumadoras notan que producen menos leche y que, incluso, tardan más en poder empezar a amamantar. Además, la leche de las madres que fuman durante la lactancia es de peor calidad, ya que tiene elevados los niveles de sustancias nocivas como el mercurio. Asimismo, se ha observado que la leche de las madres fumadoras tiene menos proteínas y bajos niveles de vitaminas como la A o la C. Todo esto se traduce en que los bebés lactantes de madres fumadoras tienen mayor riesgo de muerte súbita, alteraciones en el sueño y más probabilidades de sufrir obesidad en el futuro. Además, se ha visto que la pérdida de nutrientes en la leche materna ralentiza la ganancia de peso en los bebés lactantes y los hace más proclives a sufrir infecciones. Los estudios han mostrado, también, que criarse en ambientes con humo hace que los más pequeños tengan más probabilidades de sufrir problemas respiratorios, como el asma, y de padecer infecciones de oído. Por ello, ICAPEM está fomentando que el embarazo y la lactancia sean una motivación más para que las mujeres dejen de fumar. Según advierten desde esta organización, el consumo de tabaco se ha incrementado notablemente entre las mujeres, provocando un aumento significativo de los casos de cáncer de pulmón entre ellas. "Esto último supone un riesgo añadido para los hijos de madres lactantes, el de verse privados de sus madres antes de tiempo", concluyen desde ICAPEM.
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