La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido que el "talento LGTBI" tiene que llegar al mundo del trabajo y de las empresas y ha asegurado que va a trabajar para que su voz esté en la negociación colectiva y en las mesas de diálogo social.
"Sí, el talento LGTBI tiene que llegar también al mundo del trabajo y al mundo de la empresa, no podemos prescindir de él", ha subrayado Yolanda Díaz este martes durante su intervención en las Jornadas Confederales UGT sobre 'Las personas LGTBI en la negociación colectiva y el diálogo social'.
Tras agradecer el trabajo de UGT, "un referente internacional en ensanchar derechos", la vicepresidenta ha destacado que no se puede avanzar "sin la voz de las personas LGTBI en el núcleo de sus organizaciones, en la negociación colectiva y en las mesas de diálogo social". "Soy una mujer que cumplo y lo vamos a hacer aunque pongamos patas arriba todo, lo vamos a hacer", ha remarcado.
Díaz se ha referido a las "necesarias cuotas de representación" pero también ha dicho que hacen falta "dinámicas transversales que visibilicen la diversidad real de las organizaciones cifrada en las diferentes orientaciones sexuales y diversas identidades y expresiones de género".
A su juicio, los derechos LGTBI son un indicador de la salud democrática de los países y ha señalado que, en este sentido, España es un país que "está sano".
También ha denunciado los "discursos negacionistas, autoritarios y ultraconservadores" que existen hacia los derechos LGTBI y los derechos de las mujeres. Así, citando a Gloria Steinem, ha advertido de que el autoritarismo comienza con el control sobre el cuerpo de las mujeres y continúa con el recorte de derechos lgtbi, con una ofensiva frente a la diversidad afectivo sexual y de género y con la imposición de un único y monolítico modelo de familias".
Por ello, Díaz ha apostado por "parar esos procesos de regresión", no solo con leyes sino con una "actitud" diaria de "respeto, inclusión y responsabilidad" para "separarse del odio" y "hacerse partícipes con orgullo de esa diversidad que aportan las personas lgtbi a la vida, a la sociedad y al trabajo".
También ha instado a "poner freno a muchas violencias simbólicas y discriminaciones" que se aprecian, por ejemplo, en el lenguaje cotidiano que estigmatiza a las personas de este colectivo. "El problema no es la diversidad sino la intolerancia que hay contra la diversidad sexual", ha avisado.
Respecto a la recientemente aprobada Ley trans, que ahora ha iniciado su tramitación parlamentaria, Díaz ha destacado que es un "hito jurídico" y que no es "un punto de llegada sino un excelente punto de partida". En todo caso, se ha mostrado consciente de que "hay que ensanchar derechos en el ámbito laboral" y se ha comprometido a trabajar para conseguirlo.
Según ha precisado, las personas trans han sido "especialmente maltratadas" y, por ello, ha puesto de relieve que en la nueva ley de empleo remitida a las Cortes Generales "se contemplan por primera vez acciones para favorecer el acceso al trabajo y mejorar la empleabilidad de las personas lgtbi especialmente las personas trans".
El gran reto, según ha concretado, es "hacer del trabajo un lugar seguro, un lugar sin miedo, un lugar sin odio y sin amenazas" y ha asegurado que van a trabajar desde la "inspección de trabajo" para que esto se cumpla.
En esta línea, ha indicado que están ultimando la ratificación del convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que "va a suponer un importantísimo freno al acoso y la violencia en los espacios laborales y fuera" de ellos.
Además, ha revelado que ha propuesto al director de la OIT, Guy Ryder, que la guía LGTBI para la inclusión de estas personas en el mundo laboral, que la propia ministra ha presentado en Ginebra, se convierta en "un acuerdo o bien dar un paso de gigante, en un convenio que sea objeto de ratificación por los países".
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