Achaca a "las políticas de modernización del perímetro fronterizo" que no se hayan tenido que "lamentar mayores daños" en España
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha justificado este miércoles en el Congreso la reacción policial ante el "violento" intento de cruzar la frontera de Melilla registrado el pasado mes de junio, y que ha calificado de "proporcional" y "oportuna", incluyendo el uso de materia antidisturbios. Del mismo mido, ha defendido el rechazo en frontera que se llevó a cabo tras este episodio.
En su comparecencia ante el Pleno de la Cámara, el ministro, que ha empezado lamentando las "trágicas" pérdidas humanas y enviando su "solidaridad" a los guardias civiles heridos, ha hecho un relato de los hechos en la tribuna del Congreso en la que ha insistido en que se trató de un intento "violento" de entrada en el país, y en donde ha defendido la actuación de las fuerzas de seguridad españolas.
Según su relato, la Guardia Civil fue advertida de madrugada por las marroquíes de "movimientos" acercándose al perímetro fronterizo y ha explicado que, lo que los agentes se encontraron fue a 1.700 personas "portando objetos ofensivos y palos" que buscaban entrar en el país por la zona del Barrio Chino de Nador.
Según ha señalado, el primer intento de retención se produce por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes, una acción a la que los migrantes, según ha apuntado, respondieron con lanzamiento de piedras y palos, obligando a los gendarmes "a retroceder al verse superados en número" ante "un grupo extremadamente violento".
DOS GRUPOS
Es entonces cuando, según ha señalado Grande-Marlaska, los migrantes asaltan "con violencia" el recinto de seguridad del control fronterizo del Barrio Chino y comienzan a "ejercer la violencia contra las puertas de seguridad que separa territorio español de Marruecos".
El ministro explica, además, que, "en paralelo, cerca de un centenar de personas escala el muro exterior del recinto fronterizo sobre el que se ubica el vallado de seguridad marroquí" y que este "termina desplomándose".
"Es decir, a las 8.20 horas del 24 de junio, había dentro del recinto fronterizo 1.700 personas divididas en dos grupos. El primero conteniendo la actuación de las fuerzas de seguridad de Marruecos mediante el empleo de piedras, palos y objetos ofensivos. Y otro que trata de forzar las puertas de seguridad utilizando hachas, mazas e incluso una sierra radial manual", ha relatado.
USO PROPORCIONADO DEL MATERIAL
Resultado de esta situación, según ha explicado Grande-Marlaska, una de las puertas de seguridad marroquíes se logra forzar permitiendo el acceso "a tierra de nadie" de una parte del grupo y actúan como un "peligroso embudo cuando cerca de un millar de personas intenta atravesarla". Esto, según el ministro, generó un "embotellamiento que puso en riesgo la integridad de centenares de personas".
Además, según su relato, el hecho "se repite cuando el grupo logra forzar una segunda puerta anexa, también del lado marroquí".
El ministro ha explicado que en esta situación el despliegue de fuerzas de seguridad estaba formado "por más de 100 agentes" y tenían el apoyo de un helicóptero y un dron, así como el de la Policía Local de Melilla. Todos ellos, según ha apuntado, consiguen repeler la entrada del grueso del grupo de migrantes "utilizando medios proporcionados", incluido el materia antidisturbios.
De este modo, es un centenar de personas logra entrar en territorio nacional y se dispersa dentro de la ciudad de Melilla.
RECHAZO EN FRONTERA
Al mismo tiempo se "estabilizaron" las "agresiones" que, según ha indicado el ministro, se estaban realizando desde el tejado del recinto de control marroquí, momento en el que "las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado proceden al rechazo en frontera, conforme a los procedimientos establecidos y al marco normativo y jurisprudencial de referencia, de aquellas personas que se interceptaron intentando entrar de forma irregular Y violenta en territorio nacional y antes de poder hacerlo", ha explicado.
Grande-Marlaska ha explicado que el balance en territorio español tras estos hechos fue de 55 guardias civiles heridos de diversa consideración; 7 vehículos de la Guardia Civil que resultaron dañados; y diferentes daños en material y equipamiento, como las puertas de acceso al control fronterizo.
INVESTIGACIÓN
Por otra parte, ha destacado que, cuatro días después de estos hechos se encomendó a la Fiscal de Sala Coordinadora de Extranjería investigar lo sucedido, además de las que están llevando a cabo también las Cortes Generales, a través de su Alto Comisionado para la Defensa de los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas; y el Defensor del Pueblo.
Estas coinciden temporalmente, según ha apuntado, con el proceso judicial que ha tenido lugar en territorio marroquí.
Del mismo modo, ha señalado a "las políticas de modernización del perímetro fronterizo" como motivo por el cual no se han tenido que "lamentar mayores daños en territorio español".
"Tenemos que continuar con una política migratoria que, en la dimensión de la seguridad, porque como todos ustedes saben es un fenómeno poliédrico, debe continuar apostando por la protección de nuestro entorno físico estando asentada en la definición de vías regulares, seguras y ordenadas de gestión de los flujos migratorios", ha concluido.
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