Expertos en derecho a la alimentación han denunciado que el hambre es "uno de los mayores fracasos de la humanidad" y han advertido de que el sector alimentario ha convertido el alimento en "puro negocio". Así lo han puesto de manifiesto este jueves en la mesa redonda '828 millones. ¿Por qué? Causas del hambre en un mundo desigual', organizada por Manos Unidas.
Según recuerda la ONG de la Iglesia católica, en un momento en el que, según la FAO, se produce lo suficiente para alimentar a casi el doble de la población mundial, 828 millones de personas sufren hambre, 46 millones más que en 2020 y 150 millones más que antes de la pandemia del coronavirus, un aumento que afecta principalmente a África, donde la prevalencia de la subalimentación se sitúa en el 20%.
En este contexto, Manos Unidas ha organizado una mesa redonda para "analizar y denunciar" las causas del aumento del hambre en el mundo, así como para discutir y proponer líneas de actuación que contribuyan a garantizar el derecho a la alimentación de las poblaciones más vulnerables.
En la mesa ha participado la consultora e investigadora en derecho a la alimentación y derechos humanos y profesora de la Universidad Carlos III, Elena de Luis Romero, quien ha afirmado que "el hambre es uno de los mayores fracasos de la humanidad".
En su intervención, De Luis ha explicado la relación entre los conceptos hambre e inseguridad alimentaria, señalando que el hambre implica una situación "grave" de inseguridad alimentaria y, sobre todo, la vulneración de un derecho humano esencial, como es el derecho a la alimentación.
La investigadora también ha advertido de que cuando se llegue al año 2030, fecha establecida por los Objetivos de Desarrollo Sostenible para terminar con el hambre en el mundo, "habrá todavía unos 600 millones de personas --un 8% de la población mundial-- en situación de inseguridad alimentaria". "Y las cifras son susceptibles de empeorar", ha alertado.
Por su parte, el coordinador del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas, Fidele Podga, ha abordado las principales causas del hambre y ha cuestionado algunos de los mitos o imprecisiones asociados a estas causas.
Tras preguntarse por qué "828 millones de seres humanos no consiguen su alimento", Podga ha desmitificado algunas de las causas del hambre como las relacionadas con la producción agrícola. "Hay todavía importantes sectores que vinculan el hambre con la necesidad de aumentar la producción agrícola mundial, pero la producción no es el problema. El problema está en la distribución", ha afirmado.
Otra de las causas del hambre se relaciona, fundamentalmente, con los conflictos armados, que suelen tener una incidencia directa en la seguridad alimentaria, pero Podga ha precisado que el mapa de los conflictos armados no coincide siempre con el del hambre.
También se ha referido al negocio de las armas, "una cuestión relacionada con en el aumento del hambre en el mundo que no suele ponerse sobre la mesa", y ha advertido de que el sistema alimentario dominante hoy es "la causa más directa del hambre". "El sector alimentario está concentrado en pocas manos que convierten el alimento en un puro negocio", ha lamentado.
Asimismo, el médico y sacerdote José Luis Orpella, que lleva 30 años en Kenia en una zona muy abandonada donde el 80% de la población vive en pobreza absoluta, ha recordado que, en estos momentos, en el Cuerno de África hay más de 50 millones de personas en situación de hambruna y unas 400.000 personas a punto de morir de hambre, la mayoría niños y mujeres.
Esta situación se debe, según el sacerdote español, "a la crisis alimentaria, que no es solo una consecuencia del cambio climático y la sequía, sino que se alimenta, valga la redundancia, de la situación de inseguridad política, de los conflictos tribales, de insurgencias, y de problemas enquistados de corrupción, especulación y mercados locales desprotegidos, con solo unos pocos haciendo el negocio a costa de los más desfavorecidos".
Además, la región se ve afectada, desde hace unos 10 años, por sequías e inundaciones cada vez más fuertes. Por ello, se han implementado, junto a Manos Unidas, varios programas de emergencia tanto por inundaciones del río Tana como por la actual sequía.
Para Orpella, "en una sociedad materialista y egoísta, es muy difícil que haya un cambio social y político que solucione el hambre en el mundo" pero considera que es posible denunciar y hacer ver la "necesidad urgente" de un cambio para mejorar los sistemas de producción y distribución equitativa de alimentos.
La mesa redonda, que se ha llevado a cabo con motivo del Día de la Alimentación, que se celebró el pasado 17 de octubre, y en el marco de la Semana de la Pobreza, forma parte de las actividades de sensibilización que Manos Unidas realiza en España como complemento a la labor de desarrollo que lleva a cabo en más de 50 países de África, Asia y América Latina, para apoyar directamente a más de un millón y medio de personas con una inversión que en 2021 superó los 33 millones de euros.
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