La Policía de Los Ángeles ha detenido este jueves a 209 personas durante las operaciones de desmantelamiento del campamento propalestino levantado en la Universidad de California (UCLA) en señal de protesta contra las políticas del Gobierno israelí.

Entre los detenidos hay tanto estudiantes como personal de la universidad, según la Oficina del Sheriff, que ha explicado que la detención de 135 fue formalizada en el aparcamiento del Tribunal Central de Los Ángeles. Otros detenidos hansido trasladados en autobuses hasta el Centro de Detención Metropolitano del Departamento de Policía de Los Ángeles.

"Se les ha dado alimentos, agua y acceso a servicios públicos. TAmbién se les han ofrecido servicios de transporte. La mayoría han sido citados y puestos en libertad por concentración ilegal y tandrán que comparecer en un tribunal en una fecha posterior", ha indicado la Policía, citada por el diario 'Los Ángeles Times'.

Un dispositivo formado por unos 250 agentes de Policía con equipo antidisturbios pesado han participado en las operaciones. El asalto policial ha comenzado de madrugada con el lanzamiento de varias bengalas sobre los manifestantes, que respondieron usando extintores contra los agentes.

Tras la batalla campal y el desalojo de la acampada ha quedado un rastro de restos y basura y numerosas pintadas de manifestantes en los edificios cercanos. Se han empleado excavadoras para retirar los restos del campamento.

El portavoz de la Patrulla de Carreteras de California, Alejandro Rubio, ha indicado en declaraciones a la cadena de televisión CNN que hay aproximadamente un agente de Policía por cada manifestante que se encuentra en el campamento.

Aunque ha descartado que haya heridos por el momento, Rubio ha indicado que los manifestantes han lanzado extintores de incendios y botellas de agua contra los policías.

Previamente, la UCLA ha lanzado un aviso para anunciar el inicio de esta intervención policial y advertir a quienes sigan en el campamento de que pueden estar cometiendo un delito. A los estudiantes, les ha advertido de que se arriesgan a "medidas disciplinarias", entre ellas la expulsión de la universidad.

Los incidente comenzaron hace dos días, cuando la UCLA declaró ilegal la acampada y se agravaron cuando manifestantes proisraelíes atacaron a los activistas en la noche del martes. La Policía tardó horas en intervenir para frenar la violencia.