El secretario general de la ONU, António Guterres, ha mantenido una llamada telefónica con el ministro de Exteriores en funciones de Irán, Alí Bagheri, al que ha expresado su "profunda preocupación" por las actuales tensiones en la región de Oriente Próximo tras la muerte del líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en un ataque en Teherán atribuido a Israel.

"Durante la conversación, el secretario general ha expresado su profunda preocupación por la situación actual en la región. Ha reiterado su mensaje público en el que instaba a todas las partes a trabajar en pos de la distensión", ha informado el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa.

Además, ha transmitido su deseo de que el personal de la ONU detenido por los rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, sea "liberado lo antes posible".

Por su parte, Bagheri ha informado a Guterres de que no renunciarán a "su derecho inherente a la autodefensa y a emprender acciones recíprocas para castigar a los criminales sionistas", a lo que el secretario general ha respondido que "en virtud del derecho internacional", el Teherán tiene "derecho a la legítima defensa en respuesta a violaciones de su seguridad nacional e integridad territorial", según un comunicado del Ministerio de Exteriores iraní.

"Este acto agresivo del régimen sionista pondrá en peligro la paz y la estabilidad regionales, y la comunidad internacional debe oponerse a este régimen criminal para preservar la paz y la estabilidad internacionales", ha añadido el jefe diplomático iraní tras criticar el rechazo de Estados Unidos y los países europeos a condenar este ataque en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Guterres también ha recordado sus condenas contra los ataques en Beirut (que dejaron siete muertos, entre ellos el jefe militar del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Fuad Shukr) y el de Teherán, en el que también murió el guardaespaldas de Haniye.