Amnistía Internacional ha alertado de una "oleada de ejecuciones extrajudiciales" de sospechosos del delito de blasfemia en Pakistán tras la muerte en la última semana de dos individuos acusados de este delito cuando estaban bajo custodia policial.
El grupo ha recordado a las autoridades su obligación de respetar y proteger los derechos humanos de las personas, "incluido su derecho a la vida, el derecho a la religión o creencia y la prohibición de la discriminación".
Amnistía menciona el caso de un médico acusado de blasfemia que murió tiroteado por agentes de la Policía el 19 de septiembre en Umarkot, Sindh. Justo una semana antes un policía mató también con arma de fuego a un sospechoso de blasfemia que estaba bajo custodia policial en Quetta, Baluchistán.
"Las autoridades han intentado evadir la rendición de cuentas después de que la familia del sospechoso fuera presionada para que perdonara al agente, lo que pone de manifiesto el patrón de impunidad en la violencia relacionada con la blasfemia", ha denunciado Amnistía, que recuerda que desde mayo han muerto al menos cuatro personas acusadas de blasfemia en ataques de turbas en Sargodha (Punyab), Swat (Jíber Pajtunjua), Quetta (Baluchistán) y Mirpurjas (Sindh).
Por ello pide una "investigación minuciosa, imparcial e independiente" de estos incidentes y "garantizar que los responsables sean procesados y juzgados en tribunales libres y transparentes". Además insta a las autoridades a derogar las leyes sobre blasfemia que "ayudan a perpetuar la discriminación y la violencia".
