Con motivo del inicio del año escolar 2024-25, Aldeas Infantiles SOS alerta del impacto del acoso escolar en la salud mental de la infancia y adolescencia, y de la “ley del silencio” que rodea esta problemática, por la que las víctimas a menudo permanecen calladas y no piden ayuda. La organización, que realiza charlas en colegios para familias, alumnos y profesorado, así como programas de educación en valores, reclama medidas concretas para prevenir y abordar este problema y llama a la implicación de toda la sociedad.
Una de cada tres víctimas de acoso escolar en España dice no contárselo a nadie. El problema del bullying afecta ya a uno de cada diez estudiantes de Educación Primaria, uno de cada nueve en el caso del ciberacoso. Esto se traduce en un sufrimiento que, en muchas ocasiones, padecen de forma inadvertida y sin recursos emocionales para abordarlo. Por eso Aldeas Infantiles SOS, que considera esencial la prevención y detección temprana, lanza la campaña #StopSilencio para visibilizar el acoso escolar, poniendo el foco no solo en la víctima, también en los agresores y en quienes son cómplices con su silencio.
#StopSilencio denuncia el impacto del acoso escolar en la salud mental de la infancia. A través de imágenes que muestran el dolor que experimentan las víctimas, la campaña subraya las consecuencias psicológicas que pueden acompañar a niños, niñas y adolescentes de por vida. Estos efectos incluyen ansiedad al afrontar situaciones como la vuelta al colegio, baja autoestima y percepción negativa de sí mismos, inseguridad y posibles trastornos de la conducta. Los casos más graves pueden derivar en depresión e incluso conductas suicidas.
Cualesquiera que sean sus efectos, explican desde Aldeas Infantiles SOS, “el resultado del acoso escolar es un profundo sufrimiento por parte de niños y niñas sin recursos emocionales para hacer frente al maltrato”. De hecho, las estadísticas indican que una de cada cinco víctimas de bullying, ha pensado en acabar con su vida.
Por ello la organización de atención directa a la infancia recomienda contar con planes de prevención del acoso y detección temprana, imprescindibles para garantizar un ambiente seguro en las aulas.
SENSIBILIZACIÓN PARA ROMPER LA “LEY DEL SILENCIO”
Aldeas Infantiles SOS, que lleva más de 25 años trabajando en la prevención del acoso en las aulas, ha realizado una decena de charlas de sensibilización en colegios con expertos y jóvenes. En ellas se trata el bullying y también el ciberacoso, una forma de maltrato que traspasa el entorno físico del centro escolar para colarse, a través de las redes sociales, en espacios que antes eran seguros para la víctima, por ejemplo, su propio hogar.
Por otro lado, la organización de atención directa a la infancia realiza programas de educación en valores en los que, cada año, unos 200.000 niños y niñas de Educación Infantil y Primaria trabajan conceptos como el respeto, la igualdad, la confianza o la solidaridad. Además, desarrolla Programas de Mediación Escolar que enseñan técnicas para mejorar la convivencia en el colegio, para prevenir y afrontar conflictos y para acompañar a niños, niñas y adolescentes que se encuentren solos.
Estas iniciativas se complementan con la labor que, cada año, la organización lleva a cabo en sus 30 Centros de Día y 5 Centros de Educación Infantil, con motivo de la vuelta a las aulas. A través de ellos, Aldeas contribuye a reducir la brecha educativa y digital proporcionando un apoyo que se extiende a lo largo de todo el año y que incluye: material escolar, libros, alimentos, ropa, calzado y artículos de higiene, así como refuerzo educativo a niños, niñas y adolescentes y asesoramiento psicológico individual y familiar.
En el marco de este trabajo, #StopSilencio surge para visibilizar y erradicar un problema que no solo atañe a los centros escolares, sino que concierne a toda la sociedad. La campaña arranca con un spot de sensibilización protagonizado por la actriz, directora y guionista Leticia Dolera, quien ha dicho públicamente haber sufrido acoso escolar, y dirigido por Lorena Pagés, ganadora de un Premio Goya.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Con base en su experiencia de más de 50 años en la prevención del acoso en las aulas, Aldeas Infantiles SOS, en colaboración con la Asociación No Al Acoso Escolar (NACE), reclama seis medidas para prevenir esta lacra:
1.- La educación emocional ha de estar incluida en los currículos oficiales de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, para aportar a los niños, niñas y adolescentes herramientas que les permitan aprender a gestionar sus emociones sin recurrir a la violencia.
2.- La formación del profesorado para prevenir el acoso escolar y actuar cuando se produce debe formar parte de los planes de estudios de todas las carreras relacionadas con la docencia y ser continua mientras ejerzan su profesión.
3.- La aplicación de los protocolos de actuación frente a presuntos casos de acoso escolar ha de estar a cargo de especialistas ajenos a los centros educativos.
4.- El acceso de las familias a información es vital para aprender a detectar los indicios de que sus hijos o hijas estén sufriendo acoso: alteraciones en su estado de ánimo o comportamiento, como tristeza o irritabilidad, o en su lenguaje corporal, evitar ir al colegio e incluso salir de casa.
5.- Las campañas de sensibilización que lleguen a toda la sociedad son imprescindibles para generar conciencia.
6.- Sin estadísticas oficiales fiables que reflejen la realidad en torno al acoso escolar y permitan realizar un seguimiento, no es posible erradicarlo con garantías de éxito: número de niños, niñas y adolescentes que lo sufren, cuántos de ellos tuvieron que cambiar de colegio, cuántos sufrieron problemas psicológicos o psiquiátricos, cuántos los arrastran hasta la edad adulta o cuántos desarrollan comportamientos o ideaciones suicidas.
Aldeas Infantiles SOS insiste en romper el silencio para que los niños, niñas y adolescentes que sufren acoso escolar sepan que no están solos. Además, añade que la infancia y la adolescencia deben recibir los recursos emocionales para ser capaces de descartar la violencia en sus acciones, saber cómo defenderse y ayudar a otros, y poder recurrir a un adulto en caso de necesidad.
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