Fue detenido tras el asesinato a manos de ETA de Fermín Monasterio y por una carta del Obispo a favor de la "libertad del pueblo vasco"
El presbítero José Ángel Ubieta, el cura más longevo de la Diócesis de Bilbao, ha fallecido a los 98 años en el Hogar sacerdotal de San Vicente, en Bilbao. En su larga biografía destacan su detención durante tres días en abril de 1969, tras el asesinato del taxista Fermín Monasterio, primera víctima mortal de ETA en Bizkaia; y su arresto domiciliario a raíz de la lectura el 24 de febrero de 1974 en las parroquias de Bizkaia de una pastoral del obispo Antonio Añoveros "a favor de la libertad del pueblo vasco".
Según ha informado la Diócesis de Bilbao, en abril de 1969 se produjo el asesinato del taxista Fermín Monasterio, primera víctima mortal de ETA en Bizkaia. Días más tarde fueron detenidos primero varios curas, acusados de facilitar la huida del miembro de la organización terrorista, y poco después José Ángel Ubieta, que quedó en libertad tras tres días de arresto.
El Administrador Apostólico denunció la violación del Concordato a raíz de las detenciones, defendió el secreto profesional en el caso de su vicario y criticó la información "tendenciosa facilitada por la prensa afín al régimen".
La Diócesis bilbaína ha recordado como uno de los momentos "más sonados" en su historia el denominado 'caso Añoveros'. El 24 de febrero de 1974 se leyó en las parroquias de Bizkaia una pastoral del obispo Antonio Añoveros titulada "El cristianismo, mensaje de salvación para los pueblos", a favor de la "libertad del pueblo vasco", lo que provocó la "mayor crisis" entre la Iglesia y el régimen de Franco. José Ángel Ubieta era entonces el vicario general de la Diócesis.
Uno de los puntos del texto decía: "El pueblo vasco, igual que los otros pueblos del Estado español, tiene derecho a conservar su propia identidad, cultivando y desarrollando su patrimonio espiritual, dentro de una organización sociopolítica que pueda reconocer su justa libertad".
El Gobierno de Arias Navarro reaccionó duramente ante esta lectura, acusando a Añoveros de haber "atacado la unidad de España". Así, el 27 de febrero el obispo de Bilbao y su vicario, José Ángel Ubieta, fueron obligados a permanecer bajo arresto domiciliario, sin poder moverse de su residencia habitual.
Posteriormente, el Gobierno envió un avión al aeropuerto de Sondika para trasladar forzosamente a ambos eclesiásticos fuera del país. Sin embargo, el obispo Antonio Añoveros manifestó que no abandonaría la Diócesis de forma voluntaria, y que solo lo haría si el Gobierno utilizaba la fuerza o si el Papa Pablo VI le pedía que dejara el obispado.
El cardenal Tarancón convocó entonces el Comité Ejecutivo del Episcopado, y redactó una nota donde se recordaba la pena de excomunión para aquellos que "directa o indirectamente impidiesen la jurisdicción eclesiástica de un obispo".
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores llegó a preparar una nota de ruptura de relaciones con el Vaticano. Finalmente, el "caso Añoveros" se solucionó por una intervención personal de Franco, que no quiso enfrentarse a la Iglesia.
BIOGRAFÍA
Nacido en la capital vizcaína el 21 de marzo de 1926, José Ángel Ubieta fue, entre otras cosas, formador del Seminario, vicario general, director del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral o responsable del Servicio Vicarial del Clero, además de su trabajo en parroquias y participación en numerosos Consejos y Comisiones diocesanas.
Merecedor de la Mención Honorífica Carmelo Etxenagusia en 2018, señalaba que su mayor aportación cultural a la vida diocesana tuvo que ver con el mundo de los estudios bíblicos. "Quienes le conocieron subrayan su faceta más personal: fue una persona buena, sabia, amable, humilde, educada y detallista. Disfrutaba de una memoria privilegiada que, con su habitual generosidad, no dudaba en compartirla con los demás", han indicado desde la Diócesis de Bilbao, para informar de que el funeral se celebrará este viernes, a las 17.30 horas, en la catedral de Bilbao.
Ubieta se ordenó presbítero el 29 de junio de 1950, en Vitoria. Entre 1950 y 1956 realizó estudios en Roma y Jerusalén. Desde 1956 a 1980 fue formador del Seminario y profesor de Escritura. Entre 1956 y 1980, cénsor de oficio y consiliario de la Hermandad Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. En 1968 le nombraron director del centro diocesano de estudios sacerdotales y entre 1968 y 1980 fue vicario general de la Diócesis de Bilbao.
De 1983 a 1992, fue auxiliar de San Ignacio Deusto. Propulsor del diaconado permanente en la diócesis, fue el primer director de la comisión diocesana para el diaconado permanente.
Desde 1984 a 1989 dirigió el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral (IDTP). Fue uno de los principales impulsores de la Asamblea Diocesana (1984-1987).
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