Teherán segura que "nunca ha abandonado del todo la mesa de negociaciones"
Las autoridades de Irán han asegurado este jueves que están dispuestas a reanudar las conversaciones sobre su programa nuclear tras años de estancamiento en las negociaciones, pero ha descartado reiniciar este proceso "bajo presión o intimidación" por parte de terceros. Así lo ha expresado el ministro de Exteriores del país, Abbas Araqchi, durante una reunión con el director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, que se encuentra de visita en el país. "Hemos mantenido conversaciones importantes y francas con el director del OIEA y seguiremos cooperando con la agencia", ha aseverado. "Las disputas se pueden resolver mediante la cooperación y el diálogo. Estamos de acuerdo en proceder de buena fe", ha asegurado en un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social X. "Irán nunca ha abandonado del todo la mesa de negociación en relación a su programa nuclear, que es pacífico", ha puntualizado. En este sentido, ha indicado que "ahora es el momento de la Unión Europea y los países europeos" y ha dicho estar "preparado para negociar en base a los intereses y derechos inalienables de Irán". "No estamos dispuestos a negociar bajo presión", ha resaltado, mientras Grossi ha descrito el encuentro como "indispensable". El encuentro entre Araqchi y Grossi se produce a tan solo dos meses de que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, jure el cargo. Durante su primer mandato al frente de la Casa Blanca, el magnate neoyorquino decidió de forma unilateral abandonar el acuerdo nuclear de 2015. El acuerdo, a grandes rasgos, volvía a reintegrar a Irán en los mercados internacionales a cambio de que la república islámica despejara dudas sobre las intenciones de su programa nuclear al permitir la entrada de expertos de la OIEA en el país para evaluar de primera mano la situación. Sin embargo, y desde la retirada de Estados Unidos, Irán ha incrementado su actividad nuclear y comenzado a enriquecer uranio hasta un 60 por ciento de pureza fisible, cada vez más cerca del 90 por ciento necesario para una bomba atómica.
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