El Ejército de Israel ha matado este martes a un palestino en el marco de una nueva operación llevada a cabo en el campamento de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania, en medio del aumento de las incursiones desde los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas. Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias WAFA, el fallecido es Fazi Said Odé Salem, quien ha fallecido tras ser tiroteado por un francotirador en el barrio de Al Haidaidé del campamento, tras lo que las ambulancias que intentaron acercarse para atenderle fueron igualmente objetivo de disparos. Así, militares israelíes han irrumpido a primera hora del día junto a buldóceres blindados, en el marco de un cerco a varios edificios de cara a la destrucción de infraestructuras, lo que ha derivado en enfrentamientos. Posteriormente, el Ejército de Israel ha confirmado en un comunicado que los militares "eliminaron a un terrorista en combate cuerpo a cuerpo" en el campamento de Tulkarem, donde continúa en marcha una operación para "combatir el terrorismo". En este sentido, ha afirmado que durante las últimas horas han sido detenidas 18 personas buscadas por las autoridades en operaciones en Cisjordania, en las que además han sido incautadas armas. En concreto, ha especificado que en Nablús ha sido "neutralizado" un "terrorista" cuando "intentaba huir". Las operaciones del Ejército de Israel y los ataques de colonos israelíes en Cisjordania y en Jerusalén Este han dejado más de 800 palestinos muertos desde que este tipo de acciones se hayan incrementado desde el 7 de octubre de 2023, si bien ya en los primeros nueve meses de ese año se habían registrado cifras récord de fallecidos en estos territorios. Por su parte, las autoridades en la Franja de Gaza, controladas por Hamás, han denunciado la muerte de más de 45.300 palestinos a causa de la cruenta ofensiva militar lanzada por Israel contra el enclave tras los citados ataques contra Israel, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados, según el Gobierno israelí.
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