Las autoridades de India han descartado este lunes reducir su presencia militar en la frontera con China a pesar de describir la situación en la zona como "estable" y "bajo control" después de que ambos países llegaran a un acuerdo a finales del año pasado para establecer patrullas en la disputada zona. El jefe del Ejército indio, Upendra Dwievedi, ha aseverado que la situación a lo largo de la línea de control sigue siendo "sensible, pero estable". "Nuestro despliegue es equilibrado y fiable, estamos preparados para manejar cualquier situación", ha aseverado durante une rueda de prensa. En relación con el futuro de la Línea de Control Actual (LAC), que sustituye la frontera entre los dos países y atraviesa varios estados indios del norte del país, ha aseverado que las Fuerzas Armadas están centradas en "incrementar la infraestructura en la frontera, así como sus capacidades". "He autorizado a todos los comandantes a gestionar estos asuntos sobre el terreno en lo relacionado a las patrullas para que estos asuntos puedan ser resueltos lo antes posible y a nivel militar sobre la marcha", ha apuntado, según informaciones del diario 'The Indian Express'. "No tenemos previsto reducir el número de efectivos desplegados a lo largo de la frontera durante el invierno, pero puede que revisemos la cifra de cara al verano, teniendo en cuenta las negociaciones con China", ha puntualizado. India y China mantienen desde hace años un contencioso territorial sobre el área montañosa situada en el norte de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado indio de Arunachal Pradesh (noreste). La línea de control pasa por Ladaj. Las partes han mantenido numerosas rondas de contacto sobre el conflicto en un intento por resolver sus disputas, que llevaron en 2020 a un recrudecimiento de la violencia en la zona fronteriza del lago Pangong, donde murieron al menos 20 soldados indios y cuatro militares chinos. Esta misma disputa llevó a las partes a enfrentarse en una breve guerra que tuvo lugar en 1962. India sigue disputando a China el control de 38.000 kilómetros cuadrados de tierra en Aksai Chin, que sostiene que forman parte de Ladaj. El gigante asiático, por contar, reivindica a su vez 90.000 kilómetros cuadrados de Arunachal Pradesh, que considera parte del sur de Tíbet.
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