Turk alerta de que la situación en Kivu Norte ha dejado a los civiles expuestos a graves violaciones y abusos de DDHH
La 'número dos' de la misión de paz de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO), Vivian van de Perre, ha instado este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU a reducir la escalada en el país africano, especialmente desde la ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), con el fin de evitar una eventual "tercera guerra". "La acción militar no puede resolver este conflicto. Es imperativo que las partes cesen las hostilidades y se comprometan a entablar un diálogo político para evitar un mayor sufrimiento a civiles. La reanudación del proceso de Luanda es de la máxima urgencia para garantizar una vía hacia la distensión y evitar la amenaza inminente de una tercera guerra congoleña", ha declarado. Van de Perre ha manifestado que la situación en Goma, capital de Kivu Norte (este), "requiere una acción internacional urgente y coordinada". "El grado de sufrimiento que está padeciendo la población de Goma y sus alrededores es verdaderamente inimaginable. Hagamos uso de nuestra humanidad y hagamos todo lo posible para poner fin de inmediato a esos niveles de violencia y sufrimiento", ha expresado. La representante especial adjunta de la MONUSCO ha remarcado que los crecientes enfrentamientos en el este del país africano han provocado "desplazamientos masivos", con más de 178.000 huidos cuando el M23 tomó Minova (Kivu Sur), lo que exhacerba "una situación humanitaria ya de por sí terrible", que "desborda la infraestructura de Goma y agrava los problemas relacionados con el agua, la electricidad y los servicios médicos". Asimismo, ha señalado que las bases de la misión "no pueden dar cabida a la gran cantidad" de militares que se rinden y civiles que buscan refugio. Además, ha indicado que las bases "no son seguras", puesto que dos morteros e "innumerables balas" cayeron en infraestructuras de la MONUSCO en los últimos días. No obstante, la misión está almacenando y "asegurando" las armas entregadas voluntariamente o abandonadas, de conformidad con las normas internacionales, "para evitar cualquier escenario". Por otro lado, ha relatado que los ataques a los campamentos, los tanque de agua, los generadores y los vehículos "han exacerbado aún más la situación", ya que se ha registrado una falta de suministros médicos y sangre, así como agua y alimentos. La escasez de combustible ha dejado inoperantes los generadores, lo que ha afectado al equipo de comunicaciones. Además, el almacén de la MONUSCO en el aeropuerto ha sido saqueado, así como el Palacio de la Justicia de Goma. "La proliferación de armas en Goma plantea un riesgo importante, ya que los combatientes se mezclan con la población civil y los depósitos militares abandonados son saqueados por civiles. La afluencia masiva de desplazados internos sin refugio, la separación de familias, la proliferación de elementos armados y la fuga de prisioneros tras una fuga de la prisión de Goma aumentan la vulnerabilidad de las mujeres y los niños a la violencia sexual y de género", ha argumentado. La ministra de Exteriores congoleña, Thèrese Kayiwamba, ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que se aplique "el espíritu de responsabilidad colectiva en materia de seguridad", puesto que considera que "la inacción" no es una solución a este conflicto que "va más allá de las fronteras congoleñas", puesto que es un "ataque contra el multilateralismo y los principios mismos de Naciones Unidas". "Las últimas 72 horas son sólo una muestra de una tragedia (...) que el pueblo congoleño conoce desde hace decenios. Una tragedia nacional que este Consejo todavía puede detener. Y una tragedia regional que este Consejo puede prevenir con una acción resuelta y valiente", ha asegurado. Así, ha vuelto a pedir la retirada inmediata de las tropas ruandesas, la aplicación de sanciones contra la cadena de mando del Ejército de Ruanda y sus responsables políticos, la imposición de un embargo sobre recursos naturales declarados como ruandeses (en particular el carbón y oro), la revocación de Ruanda como contribuyente de tropas a la ONU, y la transparencia total sobre la transferencia de armas a este país. "Ruanda, que ha llevado deliberadamente esta guerra al territorio de otro Estado soberano, el nuestro, empieza a pretender que los combates llegan a su propio suelo. Pero ¿qué podía esperar? Una guerra de excelencia. No conoce fronteras. Es sucia. Consume todo a su paso. A los fuertes y a los débiles", ha aseverado la jefa de la diplomacia congoleña. Por otro lado, el representante permanente de Ruanda ante la ONU, Ernest Rwamucyo, ha defendido que Kigali "siempre ha mostrado moderación y ha tratado de comprometer a RDC para abordar las causas profundas de la inseguridad en la región", así como de la frontera común. "Ruanda siempre defenderá la paz, ya que somos los que más tenemos que perder si continúa este conflicto. (...) La coalición de fuerzas antirruandesas en nuestra frontera plantea una amenaza existencial para nuestro país, lo que no es el caso del gobierno de Kinshasa, que se siente aislado de lo que sucede a 2.000 kilómetros de distancia", ha dicho. Así, ha asegurado que las autoridades ruandesas están proporcionando ayuda humanitaria a los refugiados que llegan a su país en colaboración con la ayuda de los socios internacionales sobre el terreno. También han facilitado el tránsito del personal de la MONUSCO y de otras agencias de la ONU, así como de ciudadanos europeos, además de cientos de milicianos que han sido desarmados. "Han sido tratados con respeto y dignidad de conformidad con el Derecho Internacional, y los enfermos están recibiendo tratamiento".
TURK: CIVILES EXPUESTOS A VIOLACIONES DE DDHH
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha advertido durante la jornada que la situación en Goma, donde el M23 y el Ejército ruandés se enfrentan al congoleño y sus milicias aliadas, ha dejado a los civiles expuestos a graves violaciones y abusos de Derechos Humanos, después de que varios proyectiles hayan caído en varios lugares que albergaban a desplazados internos. "A medida que la violencia y los combates urbanos se intensifican en Goma, los civiles se enfrentan a graves riesgos, incluido el uso de armas explosivas como morteros y artillería en zonas pobladas. La expansión de la violencia a otras aldeas y ciudades sólo profundizará la ya grave crisis de Derechos Humanos", ha señalado, antes de agregar que "cientos de miles de personas que ya han sufrido violencia, desplazamientos y condiciones de vida difíciles han tenido que huir una vez más". Por su parte, la Cruz Roja ha advertido de "consecuencias inimaginables" si no se protege un laboratorio biomédico que se encuentra en la ciudad de Goma, puesto que, entre otras cosas, almacena muestras del virus ébola. El director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja, Patrick Youssef, ha explicado que el laboratorio está en peligro de sufrir cortes de electricidad. "Es imperativo que el virus no salga del laboratorio", ha concluido. Durante la jornada, se han registrado ataques contra varias Embajadas ubicadas en Kinshasa, algunas europeas (la francesa y la belga), así como latinoamericanas (brasileña) o africanas (keniana, ugandesa y sudafricana). La Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, ha asegurado que "la violencia que se vive en Kinshasa es profundamente preocupante". "Los civiles son los más afectados por los ataques y las misiones diplomáticas son el blanco de estos. Estos ataques son inaceptables. Debe garantizarse la protección de los civiles y del personal diplomático", ha declarado.
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