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El último balance del atentado con coche bomba del sábado por la tarde en la ciudad siria de Manbij, provincia de Alepo, apunta ya a cuatro muertos -- entre ellos dos niños y una mujer -- y nueve heridos, de acuerdo con la Defensa Civil Siria, los conocidos como Cascos Blancos, en comentarios a la cadena Syria TV. Ningún grupo ha asumido la responsabilidad por el atentado en esta provincia, escenario de fuertes enfrentamientos entre milicias respaldadas por Turquía y grupos armados kurdo-árabes que se han recrudecido desde la caída del expresidente sirio Bashar al Assad a finales del año pasado. De hecho, Manbij cayó en manos de la milicia proturca del Ejército Nacional Sirio poco después de la extinción del régimen assadista y, desde entonces, ha padecido varios atentados como el de ayer. Las nuevas autoridades sirias acusan de esta clase de ataques a las milicias kurdas-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que a su vez desmienten estas acusaciones y responsabilizan a los Cascos Blancos de orquestar una ola de intoxicación informativa en contra del grupo.
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