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El Gobierno de Suecia ha anunciado un acuerdo para endurecer las leyes sobre armas con el objetivo, entre otras medidas, de limitar el acceso a armamento semiautomático como el que habría utilizado el pasado martes el tirador de la escuela para adultos de la ciudad de Orebro, donde murieron asesinadas unas diez personas. "El horrible acto de violencia de Orebro plantea algunas cuestiones clave sobre la legislación de control de armas", ha expuesto el Ejecutivo, partidario de buscar un nuevo equilibrio entre la necesidad de tener armas de fuego en casos "justificados" y "prevenir delitos y accidentes". El Ejecutivo, que ha pactado la revisión con la formación ultraderechista Demócratas de Suecia, ha aludido al fusil de asalto AR-15, capaz de provocar "mucho daño" en un corto periodo de tiempo y compatible con grandes cargadores. Es "tan peligrosa" que las autoridades entienden que sólo debería estar en manos de civiles "en casos excepcionales". El tirador de Orebro tenía en su poder cuatro armas para las cuales disponía de licencia y, cuando los policías lo hallaron ya sin vida en el interior del campus donde perpetró el tiroteo encontraron también tres de estos equipos. Las autoridades aún no han podido aclarar qué motivos le llevaron a abrir fuego de manera indiscriminada. Otro de los objetivos del Gobierno es concretar qué aspectos deben comprobar las autoridades antes de dar luz verde al uso de armas, de tal manera que se tengan en cuentas cuestiones como la edad o circunstancias de índole médica, reza el comunicado difundido este viernes.
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