El Gobierno de Egipto ha condenado este domingo las declaraciones realizadas en la víspera por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a un medio de comunicación estadounidense en las que acusaba a El Cairo de impedir que los habitantes de la Franja de Gaza abandonaran el enclave antes de la guerra, que después de un año y medio de constantes bombardeos israelíes han dejado cerca de 48.200 palestinos muertos. El Ministerio de Exteriores egipcio ha denunciado que los comentarios de Netanyahu "incluyen acusaciones y engaños deliberados e inaceptables que contradicen los esfuerzos realizados por Egipto desde el comienzo de la agresión a Gaza y su entrega de ayuda humanitaria urgente al pueblo palestino". Así, ha cifrado en más de 5.000 los camiones con ayuda que han entrado desde Egipto desde el alto el fuego, mientras que también han facilitado el paso de heridos y personas con doble nacionalidad. "Egipto subraya que estas declaraciones buscan encubrir y desviar la atención de las flagrantes violaciones cometidas por Israel contra los civiles y la destrucción de instalaciones palestinas vitales, incluidos hospitales, instituciones educativas, centrales eléctricas y agua potable, además del uso del asedio y el hambre como arma contra los civiles", reza un comunicado publicado en su perfil de la red social Facebook. Asimismo, ha expresado "su total rechazo a toda declaración que tenga como objeto el desplazamiento del pueblo palestino a Egipto, Jordania o Arabia Saudí", y ha expresado "su solidaridad con el valiente pueblo de Gaza, que se aferra a su tierra a pesar de todos los horrores a los que se ve expuesto para defender su causa justa y legítima". En una entrevista con la cadena de televisión Fox News, Netanyahu dijo que había recibido "solicitudes de Gaza, antes de la guerra, de gente que quería salir". "Pero estaban encerradas porque sus vecinos, Egipto, no les querían abrir la puerta. Algunos de ellos sobornaban a los porteros. No a los nuestros, sino a los porteros egipcios. (...) Así, los muy ricos lograron salir, pero los que querían irse no pudieron", declaró entonces. El ministro de Exteriores de Egipto, Badr Abdelati, se encuentra en Washington, donde se está reuniendo con varios altos cargos de la nueva Administración de Donald Trump y miembros del Congreso estadounidense. Su viaje tiene lugar tras la polémica que ha provocado la idea del inquilino de la Casa Blanca de tomar el control de Gaza y expulsar a los palestinos a otros países de la región, en medio de críticas que apuntan a que la materialización de esta propuesta supondría una limpieza étnica.
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