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La isla griega de Santorini y otros territorios adyacentes arrancan la semana igual de expectantes ante la sucesión de terremotos que llevó al Gobierno a declarar la semana pasada la zona en estado de emergencia, especialmente después de que la población siga percibiendo seísmos como los que sacudieron la zona el domingo por la noche. La zona de las Cícladas, como se conoce a este área de islas en el Egeo, sufrió el domingo dos terremotos de magnitud 4,7 y 5 en la escala de Richter y cuenta ya por miles los sufridos en estas últimas semanas, si bien la gran mayoría de ellos no superan el nivel 4. La agencia oficial que mide los terremotos en Grecia ha registrado este lunes por la mañana dos seísmos de magnitud 4,1 y 4,2 con una diferencia de apenas un cuarto de hora entre ambos. Las autoridades siguen manteniendo las mismas medidas y apelando a la calma entre la población, temerosa de un seísmo más fuerte a corto plazo. Las clases se mantienen suspendidas en Santorini, de donde han salido miles de personas por mar y aire en la última semana ante el citado temor a una emergencia mayor. El estado de emergencia está en vigor hasta principios de marzo, si bien el viernes el primer ministro Kyriakos Mitsotakis apuntó en una visita que tomarían las medidas que fuesen considerando oportunas.
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