El tribunal de distrito de Jerusalén cancela la audiencia del martes por la decisión de Hamás de paralizar la liberación de rehenes
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha alegado este lunes problemas médicos significativos ante la reanudación del juicio que se está celebrando en un tribunal de la ciudad de Tel Aviv, donde hace frente a los cargos presentados en su contra por presunta corrupción, fraude y abuso de poder. El mandatario, que se ha presentado a la primera vista judicial celebrada tras el aplazamiento obtenido a raíz de su operación de próstata el pasado mes de diciembre, ha asegurado que se enfrenta a varios "desafíos médicos" y que está siguiendo un tratamiento "fuerte" que supone ingerir "altas dosis de antibióticos". El tribunal de distrito de Jerusalén ha cancelado la audiencia prevista para este martes debido a las consultas que mantendrá el gabinete israelí después de que Hamás haya decidido retrasar "hasta nuevo aviso" las liberaciones de rehenes previstas para el sábado. La jueza Rebecca Friedman-Feldman ha indicado que la cancelación de la audiencia se debe a la "urgencia" del asunto, ya que el gabinete tendrá que tomar una decisión al respecto. La semana pasada, Netanyahu no acudió a declarar porque se encontraba de visita oficial en Estados Unidos, donde se reunió con el presidente estadounidense, Donald Trump, al que dio las gracias por poner sobre la mesa un plan para desplazar a los palestinos de la Franja de Gaza y hacerse con el control del enclave. El mandatario tampoco asistió al juzgado previamente dado que otras tres audiencias fueron suspendidas debido a que uno de los jueces al frente del caso se encontraba enfermo, según informaciones recogidas por el diario 'The Times of Israel'. Netanyahu ha descrito su visita a Estados Unidos como "histórica", si bien ha resaltado que ha sido "desafiante" a nivel físico dado que fue sometido a la operación hace poco más de un mes y, desde entonces, ha sufrido complicaciones. En este sentido, ha sostenido que necesitará "descansos" a medida que testifique ante la corte. El primer ministro israelí, que ha tildado de "ridículas" las acusaciones en su contra, está señalado en tres causas por una batería de delitos, entre ellos el de fraude o aceptación de sobornos, si bien ha denunciado que todo forma parte de una persecución política. De hecho, logró volver al poder para un sexto mandato ya con los procesos abiertos, a finales de 2022. Entre las acusaciones en su contra se encuentra el uso indebido de poder para presionar a los medios de comunicación y que difundan información favorable al Gobierno. Uno de los casos se remonta al año 2000, cuando trató supuestamente de llegar a un acuerdo con el diario 'Yedioth Aharonot' para que hablara de forma positiva de su administración a cambio de impulsar una legislación que perjudicara a su principal competencia, el diario 'Israel Hayom'.
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