El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha acusado este miércoles a la Fiscalía de emprender una "persecución política" contra varios de sus asesores, un día después de que estos fueran imputados por presunta "intimidación" y "acoso" al enviar un vehículo con altavoces a la vivienda de un testigo clave en el marco de un juicio contra el mandatario. Netanyahu, que ha declarado ante un tribunal de Tel Aviv en el marco de la que es ya la novena vista judicial en su contra en el marco de un juicio por corrupción, ha vuelto a arremeter contra los medios de comunicación del país por considerar que son claramente parciales y "favorables a la izquierda". En este sentido, ha asegurado que las investigaciones abiertas en su contra responden a un intento por su parte de "intentar traer diversidad al sector mediático israelí". "Quería diversificar la prensa, equilibrarla, pero no ejercer un control sobre ella", ha explicado. "Estamos hablando de una persecución política que continúa a día de hoy, y que incluye las acciones del día de ayer contra dos de mis asesosres, que no han hecho nada mal", ha aseverado, según informaciones recogidas por el diario 'The Times of Israel'. Sus palabras llegan después de que los fiscales presentaran cargos contra Olef Golan, portavoz de la familia de Netanyahu y director de la campaña electoral de su partido en 2019, Yonatan Urich, asesor estratégico del primer ministro, e Israel Einhorn, exportavoz del Likud. La Fiscalía considera que todos ellos son responsables de un delito de intimidación de testigos en relación con el caso, que se remonta a 2019. Los tres acusados habrían participado en el alquiler del vehículo, que contaba con un sistema de altavoces para su posterior uso junto a la vivienda de Shlomo Filber, el testigo en cuestión. Así, todos ellos habrían ordenado que el coche fuera aparcado bajo su vivienda en el barrio de Petah Tikva para que escuchara las amenazas.
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