Expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU han denunciado este viernes la vulneración persistente de los Derechos Humanos en Bielorrusia en un intento de acallar a la oposición política y han señalado que algunas de las vulneraciones cometidas "constituyen crímenes contra la humanidad". El grupo, formado por investigadores independientes, ha evidenciado en su último informe "detenciones arbitrarias, tortura, violencia sexual y persecución de opositores políticos" cometidas desde 2020, año en el presidente Alexander Lukashenko se hizo con el poder para un sexto mandato. La misma publicación engloba estas violaciones en el marco más amplio de "un ataque generalizado y sistemático contra civiles críticos con el Gobierno", que incluye además "abusos selectivos contra personas LGBTQIA+, activistas políticos y periodistas", así como "cambios legales radicales destinados a erradicar toda disidencia", entre otras acciones. En lo que a las detenciones respecta, los expertos designados por la ONU han subrayado la "fuerza excesiva", las amenazas y la intimidación que las acompañan y las "condiciones inhumanas" a las que a menudo se enfrentan los encarcelados. "Los detenidos denuncian haber sido golpeados, sometidos a descargas eléctricas e incluso amenazados con ser violados. Las acciones del régimen van más allá de la represión, y hay motivos razonables para creer que algunas violaciones equivalen a encarcelamiento y persecución por motivos políticos", detalla el informe. Entre los motivos de las autoridades para justificar estas detenciones destacan las supuestas pretensiones de los arrestados de "desacreditar" al Estado, motivo por el que son perseguidos "más allá de las fronteras de Bielorrusia". Estas amenazas se extienden no solo a "los bielorrusos percibidos como críticos u opuestos al Gobierno" sino también a su familiares, "dejando a los exiliados vulnerables y a sus familias en su país bajo presión", han lamentado los expertos. Así las cosas, desde la organización han subrayado que "identificar y procesar a los perpetradores de violaciones de derechos humanos y crímenes contra la humanidad es clave para poner fin a la cultura de impunidad (en el país) y es fundamental que las víctimas reciban justicia".
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