La ONG Médicos sin Fronteras (MSF) ha denunciado que uno de sus trabajadores ha resultado "gravemente herido" tras un tiroteo en su base de la ciudad de Masisi, ubicada en la provincia de Kivu Norte, en el este de República Democrática del Congo (RDC). "Por desgracia, su vida corre peligro. Durante los tiroteos, un niño que se había refugiado en nuestra base también resultó levemente herido por una bala", ha indicado este jueves el responsable de proyectos de MSF, Stephan Goetghebuer, en un comunicado. En este sentido, ha condenado "enérgicamente" este nuevo "episodio de violencia". Tanto el hospital de Masisi como la base de MSF fueron objeto de un ataque con un proyectil el pasado 19 de enero. Días más tarde, el 28 de enero, una mujer falleció tras recibir impactos de bala en medio de los enfrentamientos en la zona. "A pesar de nuestros repetidos llamamientos a las partes en conflicto para que protejan las instalaciones humanitarias y sanitarias, es evidente que no se está teniendo en cuenta la seguridad de los pacientes y del personal médico y humanitario", ha resaltado Goetghebuer. Los enfrentamientos entre las partes han provocado un aumento del número de pacientes en el hospital de Masisi, que cuenta con el apoyo de MSF. Miles de personas se han refugiado en los alrededores del recinto hospitalario y en el local de la ONG. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado esta semana de que el conflicto en el este de RDC, que se ha intensificado recientemente, ha dejado por el momento a más de 1,6 millones de niños sin escolarizar. El Gobierno de RDC confirmó que el M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, tomó el control de la capital de la provincia de Kivu Sur, Bukavu, después de que tomara también el control de la capital de Kivu Norte, Goma, en una ofensiva que dejó alrededor de 3.000 muertos y 2.880 heridos, según estimaciones de Naciones Unidas.
|