MADRID, 25 (OTR/PRESS) Que no cunda el pánico: Elon Musk no tiene carnet de profeta. De manera que cuando este personaje estrambótico ha dejado dicho, dirigiéndose a Santiago Abascal: "Ganarás las próximas elecciones" no deja de ser la expresión de un deseo personal. Ni más ni menos. No, Elon Musk no tiene carnet de profeta y, por las cosas que dice, tampoco tiene buena información, al menos, respecto al sentir mayoritario de los españoles. No se puede negar que Vox ha ido creciendo y que, hoy por hoy, es el mejor aliado de Pedro Sánchez para impedir una alternativa que pase por el PP, pero de ahí a que Abascal se pueda convertir en Presidente, hay un abismo demasiado grande que difícilmente Vox puede cubrir. Lo que sí parece evidente, y no me cansaré de decirlo, es que la aparición de Vox viene mermando las posibilidades de que el PP pueda gobernar, salvo que lo haga con ese partido. Además, Vox es la mejor baza que tiene Pedro Sánchez para asustar al personal con el espantajo de la ultraderecha. Sánchez, al "grito" de que viene la ultraderecha, provoca un auténtico susto en buena parte de la ciudadanía, que viene optando por taparse la nariz, amén de cerrar los ojos y guardar en el cajón cualquier discrepancia con el gobierno, con tal de que Vox no se haga con el santo y seña del Poder. Confieso que, al principio, yo pensaba que Vox era una anomalía que terminaría desapareciendo. Pero la torpeza persistente de los líderes del PP y su incapacidad para ofrecer un proyecto político, han ayudado a engordar a Vox, amén, repito, de que los de Abascal reciben oxígeno desde el Poder para así frenar cualquier expectativa de los populares. Por decirlo claramente: Vox es la "criptonita" del PP. Ahora bien, acusar al PP de "colaboracionista" con la extrema derecha a la manera de los años 40 del siglo pasado, más que una falsedad es simplemente maldad de esas que se les suelen ocurrir a los asesores de imagen del Presidente y que él suelta con desparpajo. En realidad, es Pedro Sánchez quien ha aceptado como socios a partidos xenófobos. Así que ya veremos cómo le juzga la "posteridad" por haberse aliado con partidos que creen que sus Comunidades merecen más que las del resto de España. Tanto es así que María Jesus Montero, les ha condonado, vía Esquerra Republicana de Cataluña, una deuda de 17.000 millones de euros. Naturalmente para que el personal no se les eche encima han anunciado "quitas" de la deuda en otras Comunidades. Pero, por lo pronto, en ERC están más que contentos porque saben que el Presidente del Gobierno es su rehén y les dará lo que pidan con tal de que le mantengan en la Moncloa. Al igual que lo saben en Junts y en Bildu. Por lo pronto Junts retira su petición de que Sánchez se presente a una "cuestión de confianza". Naturalmente, Carles Puigdemont no lo ha hecho gratis. De manera que ni Sánchez ni su Gobierno ni su partido tienen autoridad moral para dar lecciones a la hora de reprochar nada a otros en cuanto a la elección de aliados para gobernar. Me pregunto si a Pedro Sánchez se le ha olvidado que Quim Torra, subalterno de Carles Puigdemont al frente de la Generalitat, dijo que los españoles somos "bestias carroñeras, víboras, hienas con una tara en el ADN". Así que, a la hora de elegir socios, Sánchez no puede dar ni una lección, aunque hace de la necesidad virtud y le viene como anillo al dedo la existencia de Vox. Cuanto más les jalea diciendo que viene el "coco", más importancia y presencia les da. No obstante abrir la "caja de Pandora" no siempre sale bien. En cualquier caso hay una realidad: en los últimos años tanto en Europa como en el resto del mundo, los partidos extremistas han ido ocupando más espacio. En mi opinión ,además de lamentarnos de que esto esté pasando deberíamos de preguntarnos por qué sucede. Si no hacemos un diagnóstico difícilmente encontraremos el remedio. Mientras tanto me permito decir, con absoluto convencimiento, que Elon Musk no tiene carnet de profeta y a Pedro Sánchez recordarle aquello de dime de lo que presumes y te diré de lo careces.
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