MADRID, 6 (OTR/PRESS) No dejo de preguntarme y de preguntar que le debe Alberto Nuñez Feijóo a Carlos Mazón. Si no le debe nada, es incomprensible que el líder del PP no le haya instado a dimitir, habida cuenta del desastre de su gestión durante la tragedia de la dana. También de sus confusas y marrulleras explicaciones de lo que hizo y dejó de hacer ese día. Pero además, este personaje, me refiero a Mazón, es tan torpe y al parecer ambicioso que sus errores no son nuevos, se suceden. Recuerden: no se le ocurrió otra cosa que, al día siguiente de las últimas elecciones municipales y autonómicas, cerrar un pacto para gobernar con Vox, lo que ayudó enormemente a que Pedro Sánchez ganara las elecciones generales de julio de 2023 al grito de :¡Qué viene la ultraderecha! . Bien es verdad que Nuñez Feijóo cometió entonces un error de primerizo: decir a sus barones que podían hacer de su capa un sayo, es decir llegar a acuerdos de inmediato y con quien quisieran. Y claro, a los únicos que tenían a mano eran a los de Vox. Los asesores de Sánchez vieron el cielo abierto de par en par. Ya tenía la campaña hecha. Y claro, aunque Sáncher perdió las elecciones por muy poco, eso no optó a que pudiera gobernar con el apoyo de los partidos independentistas que quieren acabar con nuestro sistema constitucional. En el PP son habituales las quejas de por qué a Sánchez y al PSOE no le restan sus tejemanejes con los independentistas, con gente como Puigdemont, Junqueras y compañía y a ellos si se les reprocha que pacten con Vox. Si no lo comprenden mal van, amén de perder el tiempo con esa pregunta. La realidad es la que es y tiene que ver con la memoria que subyace en nuestro país respecto a lo que significa un partido con la ideología de Vox. No, a Sáncez y al PSOE no les resta pactar con Bildu, o con Junts, pero al PP si le resta pactar con Vox. Y por si fuera poco ahí está Carlos Mazón, que ha demostrado una gran dosis de frivolidad en su manera de gobernar y que fue incapaz de gestionar una tragedia como la dana . Si Mazón hubiera tenido una pizca de pundonor habría dimitido ese mismo día asumiendo la responsabilidad de su pésima gestión. Pero no lo hizo. Él, su gobierno ,además de la dirección del PP en Madrid, se han dedicado a intentar que la responsabilidad de la mala gestión también recaiga en el Gobierno central para así diluir su propia responsabilidad. Sin duda, el gobierno central también tiene su cuota de responsabilidad, pero es el señor Mazón ,presidente de la Comunidad Valenciana, y por tanto, en primer lugar de quién los ciudadanos esperaban una respuesta a la tragedia que se estaba cerniendo sobre ellos. Mazón es el peor enemigo de Nuñez Feijóo, solo que este parece empecinado no darse cuenta. Cada día que Carlos Mazón siga presidiendo el gobierno de la Comunidad Valenciana supone una rémora para las posibilidades de Alberto Nuñez Feijóo en su ya difícil camino hacia la Moncloa. No hay paliativos a la hora de enjuiciar las actuaciones políticas del señor Mazón, por eso cabe preguntar qué le debe Alberto Nuñez Feijóo para que le continúe prestando su apoyo.
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