En España, siempre entretenidos

MADRID, 10 (OTR/PRESS) Cuando suceden grandes acontecimientos en Europa, que son factores de una gran transformación social o económica, en España siempre estamos entretenidos.

En vísperas de la I Guerra Mundial, Alfonso XIII estaba muy preocupado por cómo relevaba a Maura, y nos declaramos "neutrales", lo cual tuvo las consecuencias de que, un lustro más tarde, llegara la dictadura de Primo de Rivera.

Durante las vísperas y comienzo de la II Guerra Mundial estábamos ocupadísimos en matarnos los unos a los otros, en una cruenta guerra civil, y ni siquiera Franco le pudo agradecer nada a Hitler por su ayuda.

Y, ahora, donde el mapa geopolítico mundial está cambiando, estamos en manos de un delincuentes extorsionador, que vive fuera de España, prófugo de la Justicia, y acunado por Pedro I, El Mentiroso, el feliz chantajeado.

Por si fuera poco, tenemos un Gobierno sin presupuestos, desde hace más de dos años, y con un 40% de comunistas componentes del mismo, en contra de subir las inversiones en Defensa, que reclama la Unión Europea. La parte comunista gobernante dice que no vamos a renunciar a incrementar gastos en cosas militares, y menos este año, en que celebramos la muerte del Dictador, que murió en paz y en la cama, y a cuyo recuerdo hemos dedicado 20 millones de euros.

Para pagar la deuda acumulada de España, tendríamos que estar todos los españoles sin cobrar nada, ni siquiera los pensionistas, durante un año y dos meses, pero la vamos a tener que aumentar, porque somos el país de la Unión Europea que menos euros ha puesto para enfrentarse al invasor ruso, el Putin procedente del KGB comunista.

Por si fuera poco, las costureras, costureros y costureres del Tribunal Constitucional tienen que zurcir y coser eso de que las fronteras en algunas regiones dejen de ser estatales, y de que haya dos regiones, dos, que tengan una financiación superior a la de las regiones pobres, por la convincente razón de que se quieren separar de España.

Y, además, en Canarias se van a cargar el turismo, porque viene un alemán a tomar el sol en la playa, y nunca sabe si se va a llenar aquello de ambulancias para recoger a un par de pateras, con dos centenares de mozos fuertes y animosos traídos por las mafias. Hay que decirle a la UE: "Defensa, no, por favor, somos españoles".