Las nuevas autoridades de Siria han anunciado este miércoles la creación de un Consejo de Seguridad Nacional liderado por el presidente interino, Ahmed al Shara, después de que cerca de 1.400 civiles hayan muerto en el marco de los combates registrados a finales de la semana pasada en el oeste del país, enfrentamientos desencadenados tras una serie de ataques por parte de grupúsculos leales al expresidente Bashar al Assad que llevaron a las nuevas autoridades a lanzar una operación a gran escala. La Presidencia de Siria ha explicado que el organismo tiene el objetivo de "coordinar y gestionar las políticas de seguridad y políticas" para "responder a los desafíos" del "próximo periodo" y ha informado de que se reunirá periódicamente o por petición del presidente. "Tomará decisiones relacionadas con la seguridad nacional y los desafíos que enfrenta el Estado en consulta con sus miembros", ha señalado. Las funciones y mecanismos de trabajo del Consejo de Seguridad Nacional "se determinarán mediante directivas del presidente, en consonancia con el interés nacional supremo y garantizando una coordinación eficaz entre los diversos organismos e instituciones", reza un decreto publicado en su canal de Telegram. El organismo estará integrado, además, por los ministros de Exteriores, Defensa e Interior y el director de Inteligencia. Habrá dos puestos consultivos, designados por Al Shara "en función de su competencia y experiencia", y un puesto técnico especializado, seleccionado también por el mandatario, "para el seguimiento de los asuntos técnicos y científicos relacionados con las actas de la reunión". El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha cifrado este miércoles en 1.383 el número de civiles muertos confirmados y ha especificado que esta cifra incluye el asesinato durante las últimas horas de otros 158 civiles, "la mayoría de ellos alauíes". Así, ha especificado que 84 personas han sido ejecutadas en Hama, mientras que 49 han sido asesinadas en Tartús y otras 25 han muerto en Latakia. Las masacres de cientos de alauíes han desatado una condena internacional y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha llegado a achacar estos hechos a "terroristas islamistas radicales", "incluidos yihadistas extranjeros", alineados con las autoridades instauradas tras la caída de Al Assad a causa de una ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), considerado como una organización terrorista.
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