Muere un policía keniano en la frontera con Somalia en un presunto ataque de agentes somalíes

Un agente de Policía keniano ha muerto y otro ha resultado herido en Mandera (Kenia), fronteriza con Somalia y Etiopía, durante una redada de las fuerzas de seguridad somalíes, presuntamente de la Agencia Nacional de Inteligencia y Seguridad (NISA), que supuestamente abrieron fuego contra cinco policías kenianos como represalia por una operación de seguridad anterior.

"El motivo del ataque fue la venganza por el arresto previo de sospechosos de terrorismo (secuestro frustrado por parte de chinos) y el ataque fue coordinado por el hermano de uno de los sospechosos, un agente de la NISA, según información de las autoridades somalíes", han recogido medios locales de un informe de la investigación preliminar.

El ataque habría sido presuntamente orquestado como represalia tras la detención por parte de las autoridades kenianas de sospechosos de terrorismo involucrados en un intento de secuestro de ciudadanos chinos que trabajaban en un proyecto de infraestructura en Mandera.

Según ha informado el portal de noticias somalí Garowe News, el ataque a los policías pudo haber sido coordinado por un oficial de la NISA que es hermano de uno de los sospechosos arrestados en relación con el secuestro frustrado.

El incidente ocurrido en el puesto de policía fronterizo ha generado tensión en la zona fronteriza. La situación está siendo gestionada por la Unidad de Policía Antiterrorista (ATPU).

Kenia cerró todos sus cruces fronterizos oficiales con Somalia en 2012, en un intento por detener las incursiones de los insurgentes que operan desde el lado somalí. Los puntos fronterizos cerrados incluyeron el cruce de Mandera, así como los de Lamu, Wajir y Garisa, pero la clausura no ha impedido el cruce ilegal a través de la frontera, como tampoco el contrabando.

En los últimos cinco años, el noreste de Kenia ha padecido una larga serie de atentados de Al Shabaab, una de las organizaciones terroristas más sanguinarias de África. En su ataque más mortífero, el grupo yihadista mató a casi 150 personas en 205 durante un asalto a la Universidad de Garisa.