La vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte, ha reconocido este jueves que es improbable que su padre, el expresidente Rodrigo Duterte, pueda regresar al país y ha pedido a sus electores que "miren hacia adelante", algo más de una semana después de ser arrestado por orden del Tribunal Penal Internacional (TPI). "Lo que debemos hacer como país es dejar atrás lo sucedido", ha valorado la vicepresidenta en una entrevista a través de videoconferencia desde Países Bajos, donde se encuentra coordinando la defensa de su padre, arrestado por crímenes contra la humanidad durante su controvertida 'guerra contra las drogas'. "Ya no podrá regresar. El presidente Duterte no regresará a Filipinas", ha remarcado, al tiempo que ha valorado como "inútil" albergar resentimientos por lo que ha ocurrido. "No tiene sentido", ha dicho según recoge 'The Philippine Star'. En ese sentido, ha pedido a los seguidores y votantes de su padre que "miren hacia adelante" y canalicen su "enfado" de otra manera, pues las respuestas del Gobierno a la detención, ha dicho, "no tienen sentido" y "no cumplen la ley". Duterte también ha hablado de los rumores acerca de una posible orden de arresto contra ella, después de que su nombre apareciera en unos documentos que se entregaron al TPI y ha confirmado que hablará con un abogado para saber qué opciones legales tiene si se emite mientras se encuentre en La Haya. En caso de hallarse ya de vuelta en Filipinas, ha dicho que esperará a ver qué decisión toma el Gobierno, en medio del proceso de destitución en su contra por unas supuestas amenazas de muerte al presidente del país, Ferdinand Marcos Jr. Las relaciones entre las poderosas familias Marcos y Duterte han empeorado significativamente durante los últimos meses de cara a las elecciones generales de mitad de mandato previstas para 2025.
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