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Más de 40 personas han muerto en ataques perpetrados por el Ejército de Birmania contra varias zonas del país durante los últimos dos días a pesar del alto el fuego unilateral anunciado tras el terremoto de magnitud 7,7 en la escala Richter que tuvo lugar el pasado 28 de marzo y que finaliza este martes. Los bombardeos se han concentrado en cuatro estados del país asiático y han dejado también alrededor de 60 heridos, entre los que se encuentran también niños y mujeres embarazadas, según informaciones obtenidas por el portal de noticias Irrawaddy. Al menos trece de los fallecidos se concentran en la región de Sagaing --una de las más afectadas por un seísmo que ha dejado hasta la fecha más de 3.730 muertos--. Asimismo, son 24 los muertos registrados en varias zonas de Mandalay. Activistas y miembros de grupos rebeldes han indicado que otras regiones, como Thanintharyi y Mon, también han registrado decesos en el marco de los ataques con artillería de las fuerzas birmanas, que han seguido adelante con los ataques a pesar de la tregua humanitaria. Estas operaciones han tenido lugar a pesar de que la alianza rebelde formada por el Ejército de la Alianza Democrática Nacional, el Ejército de Liberación Nacional de Taang (TNLA) y el Ejército de Arakán, anunciara también un alto el fuego unilateral y temporal por el terremoto, si bien organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han insistido en la importancia de lograr un alto el fuego definitivo que permita sentar las bases para la paz en Birmania.
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