PONTEVEDRA, 22 (EUROPA PRESS)
La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dejado visto para sentencia el juicio contra un hombre acusado de un delito de agresión sexual con penetración; un delito contra la integridad moral; un delito de violencia sobre la mujer, en el domicilio común y un delito leve de vejaciones. Por todo ello Fiscalía pide 12 años y medio de cárcel. Los hechos que se juzgaron este martes tuvieron lugar durante el año 2021 en el domicilio común, el acusado y la denunciante mantenían una relación sentimental. Concurre la circunstancia agravante de parentesco en relación a los delitos de agresión sexual con penetración y contra la integridad moral y el de reincidencia respecto del delito de violencia de género. La mujer declaró este martes detrás de un biombo y relató que el acusado "decía que hacía todo esto porque era un castigo de dios. Que tenía que pagar mis pecados" y que por eso "quiso acabar con mi vida". "Lo tengo claro", agrega. "Me ha mordido, me ha pegado, me ha vejado, me ha hecho de todo", asegura la mujer. Igualmente, su madre apuntó que el acusado le decía que su hija era "impura" y que "la tenía que castigar" llegando a amenazarlas "con vudú y brujería". En sus conclusiones finales, la Fiscalía ha solicitado una pena de 10 años de prisión por el delito de violación. Además, pide una condena de un año y seis meses de prisión por el delito contra la integridad moral, junto a la prohibición de comunicarse y aproximación a menos de 150 metros, por un período de dos años y seis meses. Por el delito de violencia sobre la mujer solicita una condena de 1 año de prisión además de la privación de portar armas durante 2 años y seis meses y la prohibición de comunicarse con ella durante dos años. Asimismo, se pide la prohibición de comunicarse y aproximación a menos de 150 metros, por un período de 11 años y libertad vigilada durante 6 años. Por último, el representante del Ministerio Público pide la pena de multa de tres meses con una cuota diaria de 15 euros por el delito leve de vejaciones. La Fiscalía reclama que el procesado indemnice a su expareja en la cantidad de 20.000 euros por los daños morales sufridos, 350 euros por las lesiones físicas causadas, 5.400 por las lesiones psíquicas y 3.000 euros por la secuela derivada del estrés postraumático.
EL ACUSADO SE DECLARA INOCENTE
El acusado se ha declarado inocente. Sostuvo que las relaciones sexuales "siempre fueron consentidas" y que era ella la que las grababa con el móvil aunque él no quería porque: "Yo soy musulmán y hay partes de mi cuerpo que nadie tiene que ver". Además, ha dicho que no consumía drogas pero ella sí lo hacía y que el agredido era él. "Me decía te voy a joder vivo y yo tenía miedo". "Por su culpa tengo problemas con mi mujer", dice, con quien tiene cinco hijos.
El abogado de la defensa ha pedido la libre absolución de su cliente.
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