El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido redoblar los esfuerzos mundiales para acabar con la malaria, una meta hacia la que se ha avanzado en los últimos años gracias a la inversión y al desarrollo tecnológico, pero que ahora se encuentra "bajo amenaza" por los recortes en la financiación de este tipo de programas. Tedros ha recordado que, si bien la OMS ha certificado a 45 países y un territorio como libres de malaria, y muchos países con una baja carga de malaria siguen avanzando a paso firme hacia el objetivo de eliminación, se trata de unos "frágiles avances" que pueden verse revertidos. "La historia de la malaria nos enseña una dura lección: cuando desviamos nuestra atención, la enfermedad resurge, afectando con mayor intensidad a los más vulnerables. Pero esta misma historia también nos muestra lo que es posible: con un firme compromiso político, una inversión sostenida, acción multisectorial y participación comunitaria, la malaria puede ser derrotada", ha afirmado Tedros, con motivo del Día Mundial del Paludismo, que se celebra este viernes. Por todo ello, desde el organismo se pide un mayor compromiso político y financiero para proteger los avances logrados, que pasa por "reinvertir" en países donde la malaria es endémica, y ha instado a los gobiernos de estos territorios a aumentar el gasto interno, especialmente en Atención Primaria, para dar acceso a las poblaciones en riesgo a servicios de prevención, detección y tratamiento. Del mismo modo, ha resaltado la necesidad de nuevos y más eficaces medicamentos antipalúdicos, así como avances en la prestación de servicios, el diagnóstico, los insecticidas, las vacunas y los métodos de control de vectores. El director del Programa Mundial contra la Malara de la OMS, Daniel Ngamije, ha subrayado que cada vez más países están priorizando a nivel nacional el control y la eliminación de la malaria, sobre todo desde que en marzo de 2024 hasta once ministros de salud africanos firmaron la Declaración de Yaundé. "Los ministros se comprometieron a fortalecer sus sistemas de salud, incrementar los recursos nacionales, potenciar la acción multisectorial y garantizar un sólido mecanismo de rendición de cuentas. Este es el tipo de liderazgo que el mundo debe respaldar", ha añadido. Cabe destacar que Malí se unirá este viernes a otras 19 naciones africanas en la introducción de vacunas contra la malaria, un paso "vital" para proteger a los niños pequeños de una de las enfermedades más mortales del continente. Otro de los avances encaminados a reducir la carga de la enfermedad son la nueva generación de mosquiteros tratados con insecticidas, que ya representan casi el 80 por ciento de todos los mosquiteros distribuidos en la región de África subsahariana. A pesar de todo, la malaria sigue causando la muerte de casi 600.000 personas de forma anual, siendo el continente africano el más afectado, con el 95 por ciento de la carga de la enfermedad, y es que el progreso contra la enfermedad se ve obstaculizado en muchas zonas por la fragilidad de los sistemas de salud, las crecientes amenazas como la resistencia a los medicamentos y a los insecticidas, el cambio climático, los conflictos, la pobreza y los desplazamientos.
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