El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha lamentado las condenas de prisión impuestas contra alrededor de 40 personas en Túnez acusadas de conspirar contra el Gobierno y ha calificado el fallo del tribunal como "un retroceso para la justicia y el Estado de derecho". "El proceso estuvo empañado por violaciones de los derechos a un juicio justo y al debido proceso, lo que generó serias preocupaciones sobre sus motivaciones políticas", ha manifestado Turk. Los acusados, con penas de hasta 66 años de prisión, han sido señalados por conspirar contra la seguridad interna y externa del Estado, vínculos con grupos terroristas, atacar la integridad del Estado e incitación a la violencia. El caso emerge de la decisión del presidente tunecino, Kais Saied, de arrogarse en 2021 las competencias del Parlamento, dominado por la formación islámica Ennahda, que procedió a disolver, en lo que la oposición describió como un autogolpe de Estado. El organismo internacional ha asegurado que ocho de los acusados han sido sometidos a prisión preventiva desde el año 2023, lo que supone un exceso en el límite legal de 14 meses contemplado en la legislación, con restricciones en las visitas de los abogados. Asimismo, el propio proceso judicial no ha contado con transparencia y no se ha permitido la entrada a periodistas, representantes de la sociedad civil y diplomáticos ni tampoco se concedió permiso a los acusados para hablar cuando se dictó la sentencia. "El desarrollo (del juicio) plantea preocupaciones adicionales sobre la capacidad de los abogados para representar a los clientes y la seguridad de los profesionales jurídicos", ha aseverado el representante de la ONU. Asimismo, Turk ha instado a las autoridades tunecinas a "acabar con las persecuciones políticas, los arrestos, las detenciones arbitrarias y los encarcelamientos de decenas de defensores de derechos humanos, abogados, periodistas, activistas y políticos" "Túnez fue un modelo a seguir y una fuente de inspiración para muchos países de la región después de la transición política de 2011, y tengo la esperanza de que el país regrese al camino de la democracia, el Estado de derecho y los Derechos Humanos", ha concluido el Alto Comisionado.
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