MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
Varias organizaciones ambientales discreparon este jueves en su valoración sobre la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada por el Congreso de los Diputados y cuyo texto inicia ahora su tramitación en el Sentado, pues SEO/BirdLife y WWF apostaron por destacar más sus luces, y Amigos de la Tierra, Greenpeace y Ecologistas en Acción acentuaron más sus sombras.
SEO/BirdLife indicó que el texto que llegará a la Cámara alta "no es el fin del trabajo, sino el principio del partido para lograr una España sin emisiones y con una naturaleza sana", y destacó que haya incluido una referencia para que el desarrollo de las energías renovables sea respetuoso con la biodiversidad y el patrimonio natural.
“Que España, el país más expuesto al cambio climático y el más biodiverso de Europa, cuente, por fin, con una Ley del Clima es una buena noticia. Sin peros. Es evidente que no es una norma perfecta y que no ofrece todas las respuestas necesarias para afrontar la emergencia climática. Al igual que otras normas de nuestro entorno, su aprobación orienta a nuestro país en la dirección que señala la ciencia y es un reconocimiento al impulso durante más de una década del ecologismo y a la voz de la calle, y muy especialmente la de los jóvenes, que han acelerado la agenda los últimos tiempos”, señaló la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.
En esta línea, WWF celebró la aprobación de la norma en el Congreso y que se acerque la luz verde definitiva de una "ley histórica y largamente demandada por nuestra sociedad y que resulta fundamental para impulsar la imprescindible descarbonización de la economía española y para cumplir los Acuerdo de París".
“Hemos trabajado durante muchos años para contar con una ley exigente y ambiciosa para plantar cara al cambio climático y transformar nuestra economía porque no hay un segundo más que perder”, recalcó el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, que recalcó: “Creemos que esta ley supone un avance importante y marca un ruta clara para los inversores y toda la sociedad hacia una economía descarbonizada, pero creemos que aún deben plantearse objetivos más ambiciosos y para garantizar que podamos cumplir con los objetivos internacionales, algo que esperamos que pueda lograrse en el Senado”
"DESCAFEINADA" E "INSUFICIENTE"
Por otro lado, Greenpeace apuntó que el texto del proyecto de ley se ha “debilitado” en el Congreso al “dejar la puerta abierta a los combustibles fósiles y permitir el uso del gas en todo el transporte”, lo que consideró “inadmisible”, aunque admitió “algunas mejoras”, como la prohibición de la minería de uranio, la rehabilitación energética de edificios o el cálculo de la huella de carbono en el sector financiero.
“Es una ley fundamental y largamente esperada, pero carece de la ambición necesaria para afrontar con éxito la situación de emergencia climática declarada por abrumadora mayoría en el Parlamento y también por el Gobierno. Si en una situación de emergencia, esta ley es lo máximo a lo que aspiran tanto el Parlamento como el Gobierno, entonces este país tiene un grave problema, ya que no podrá cumplir con el Acuerdo de París”, apuntó Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace.
Ecologistas en Acción recalcó que el nuevo texto “no mejora el anterior” presentado por el Gobierno, presenta “objetivos insuficientes” y “no concreta medidas en sectores clave” para la descarbonización de la economía, esto es, dejar los combustibles fósiles bajo tierra.
Ecologistas en Acción indicó que el paso de la ley por el Congreso ha supuesto “una oportunidad perdida” para reducir los impactos climáticos. No obstante, destacó como aspectos positivos de la norma la prohibición de futuros proyectos de explotación de hidrocarburos o minerales radiactivos, el impulso de las comunidades energéticas, el establecimiento de objetivos de rehabilitación energética de edificios y la obligatoriedad de adoptar zonas de bajas emisiones en municipios de más de 50.000 habitantes.
Por último, Amigos de la Tierra lamentó que la ley climática que llegará al Senado "no impulse la transición ecológica y social que España necesita", y supone una "pérdida de oportunidad" porque la norma es "poco ambiciosa, incoherente con las recomendaciones de la ciencia y las peticiones de la ciudadanía, y carente de una mirada global sobre las consecuencias de la emergencia climática y las necesidades de transformación ecológica que suponen", al recoger un objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 23% para 2030 con respecto a 1990, cuando la UE apuesta por el 55%.
“Con la insuficiente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que establece la Ley, se está haciendo oídos sordos a la ciencia, a la ciudadanía y a la responsabilidad histórica de España en la emergencia climática. Esta es una ley tardía y carente de ambición”, declaró Cristina Alonso, responsable de Justicia Climática de Amigos de la Tierra, quien agregó: “Sin un aumento de ambición del 55% esta ley no tiene sentido. Pareciera ser un lavado de cara ante la sociedad y un contrato para el mantenimiento del status quo de los grandes poderes”.
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