MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, apeló este viernes al “orgullo” de las clases trabajadoras y a “darse el gusto” de que el 4 de mayo por la noche se diga que la participación en sus barrios ha sido superior a la de los distritos ricos y que la derecha ha sido relegada a la oposición.
Lo hizo en un acto de campaña en la Plaza de la Constitución de Puente de Vallecas, la misma en la que el pasado día 7 Vox organizó otro mitin que terminó con lanzamiento de piedras, cargas policiales y una treintena de heridos. El acto tuvo como sello distintivo la participación de diversas figuras del sector cultural que quisieron apoyar a Unidas Podemos y lo cerró el cantautor Ismael Serrano, autor de una de los himnos de campaña de la candidatura, pero que esta vez interpretó en directo el ‘Papá, cuéntame otra vez’ con el que saltó a la fama, y que tiene referencias a la lucha antifranquista.
Sin embargo, Iglesias hizo un enfoque muy parecido al de esta mañana en Usera reivindicando que su formación siempre ha tomado los caminos difíciles porque era el correcto. Como esta mañana también, emplazó a que el 4 de mayo “tiene que haber un exhibición de orgullo en los barrios obreros, tiene que haber colas interminables".
Pero incluyó una expresión distinta. “Daros el gusto de poder decir ‘hemos votado más que en Pozuelo y en el barrio Salamanca'”, exhortó, llamando a “darse el orgullo de demostrar que somos más yendo a votar”. Y, al final, repitió: “Que nos podamos dar el gusto de que la noticia el martes por la noche sea que, de momento, la derecha y los fascistas están en la oposición".
Iglesias comenzó revelando que hace 17 años, en Glasgow, encontró a un nieto de un brigadista internacional que le habló de Vallecas, y en seguida dio las gracias a “los jóvenes antifas” del barrio por poner el cuerpo y proclamar que “para ser demócrata hay que ser antifascista”. El auditorio le contestó con un “no pasarán” como en la Guerra Civil en el asedio a Madrid.
Echó en cara a la derecha que para ella España son los reyes, los guerreros y ahora Florentino Pérez y Amancio Ortega, y de ahí pasó a reivindicar a los actores frente a las críticas de aquélla. “Límpiense la boca para llamar subvencionados a los trabajadores y trabajadoras de la cultura”, exhortó, recordando que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, todavía no le ha enseñado la factura que supuestamente pagó al empresario Enrique Sarasola por el piso que éste le facilitó en la primera ola del coronavirus. E insinuó que a lo mejor es Sarasola el subvencionado con el dinero de los madrileños.
Después, el líder de Podemos repitió su tesis de que los poderes económicos y mediáticos le atacan tanto porque no tiene unas expectativas tan malas como dicen las encuestas. Pero añadió un matiz: que, según su versión, ha demostrado que “sabe cómo ganar” a la derecha y que lleva “siete años” haciéndolo.
EL CAMINO CORRECTO
Aquí entroncó con el relato que ya trazó esta mañana en Usera, según el cual “elegir el camino difícil siempre es el camino correcto” y que Unidas Podemos siempre lo ha hecho así, al no investir un presidente del Gobierno del PSOE con Ciudadanos, presentar su moción de censura de 2016, negociar la de 2018 y exigir entrar en el Gobierno de Pedro Sánchez, aunque éste le sugirió firmar un acuerdo programático. “Pero lo vamos a aplicar nosotros solos”, puso en boca del PSOE. "Ya….”, ironizó él, antes de recordar al presidente: “Dijo alguien que no podría dormir con nosotros en el Gobierno”.
Como esta mañana, Iglesias defendió que gracias a haber entrado en el Ejecutivo hoy se han aprobado los ERTE a las empresas perjudicadas por el coronavirus, se ha cortado la publicidad de las casas de apuestas y se aprobará la ley del todo sí es sí, “porque no hay toga que pueda pensar que está por encima de la ley”. Como elemento distintivo, hizo un homenaje a CCOO y advirtió a la judicatura de que no podrá frenar la libertad sindical.
También como en Usera, se congratuló sobre todo de haber impedido que Ciudadanos, que “estaba casi dispuesto a regalar los votos”, quedara fuera de la mayoría para aprobar los Presupuestos. “En el momento en que hubiera una opción con Ciudadanos, aquel grito de ‘con Rivera, no’ se podía quedar en nada”. Ahora, presumió, “sólo hay una suma posible y se construye por la izquierda”, de forma que el PP y Vox saben que no van a sumar mayoría absoluta. “Y eso fue un trabajo que hemos hecho nosotros para asegurar que el PSOE no puede elegir nunca más entre a izquierda y la derecha”.
Pasando a la Comunidad de Madrid, sin la que “el PP y los fascistas no tienen nada”, garantizó que, si Unidas Podemos gobierna, va a aplicar “las políticas necesarias para que (a los populares) no les vuelvan a votar en 25 años”. En este punto repitió que exigirá la reforma fiscal a la que es reticente el candidato socialista, Ángel Gabilondo, porque es necesaria para invertir en sanidad, en educación y que “nadie tenga que pasar vergüenza porque no se puede pagar un tratamiento bucodental”. “Hemos demostrado que nosotros no aflojamos”, se reivindicó, asegurando que el nuevo Ejecutivo se notaría en los barrios. “Sabemos cómo se le les puede ganar porque llevamos siete años ganándoles”.
Antes de la arenga final a darse el gusto de tumbar a la derecha, Iglesias insistió en su mensaje habitual de lo que es la libertad y la democracia: que todo el mundo tenga como derechos lo que antes eran privilegios, o que los descendientes de personas humildes puedan llegar más alto que los hijos de los ricos, o que el nieto de dos personas que llegaron a Vallecas pueda llegar a ser presidente de este país”. “Esa lección sobre lo que significa la libertad en democracia hay que dársela el día 4”. En un último toque personal, reconoció que “no hay ser humano” que pueda aguantar eternamente la presión y el acoso, pero que “sois vosotros los que nos hace mantenernos en pie”.
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