González y Rajoy abogan por “pactos” entre Sánchez y Casado y les urgen a renovar el CGPJ

MADRID/PONTEVEDRA, 30 (SERVIMEDIA)

Los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy hicieron este jueves un llamamiento a sus sucesores al frente del PSOE y el PP Pedro Sánchez y Pablo Casado a alcanzar “pactos y consensos” y les urgieron, aunque sin citarlos expresamente en ningún momento, a renovar el Consejo General del Poder Judicial y demás órganos constitucionales que tienen el mandato caducado.

Verbalizaron este recado durante el diálogo que mantuvieron en la nueva edición del Foro La Toja, en el que el expresidente González negó que ahora se dialogue más que antaño y recordó que la Constitución es fruto de un pacto, de un diálogo. “Esa es la finalidad del diálogo”, dijo, el de encontrar “la centralidad que permite diversidad de pensamientos pero que haya posibilidad de área de consenso en lo que nos es común”.

En este sentido, y reconociendo que la Carta Magna “no es perfecta”, precisamente por ser fruto de un pacto, el expresidente socialista instó a su cumplimiento. “No digo que la Constitución sea magnífica, como todo pacto es imperfecta”, reflexionó.

“Para los que se llaman a sí mismos constitucionalistas, y yo creo que lo son de buena fe – más allá de su ideología-, lo primero que hay que ser es muy cuidadoso con que la Constitución funciona y se cumpla”, les exhortó.

“No podemos tener órganos constitucionales varados como si fueran una batea en la ría”, comparó. "Es un “incumplimiento fragante”, en el que “llevamos mucho tiempo”. Por ello, apeló a “desbloquear” la situación y apostó por “un ejercicio de responsabilidad en busca de la centralidad”.

DIÁLOGO DE SORDOS

Cuando la moderadora planteó el problema del CGPJ, Rajoy detectó que en la política de hoy “hay un diálogo de sordos” porque “el diálogo es un procedimiento” y “lo importante es el resultado, que sería el acuerdo”.

“Los acuerdos son necesarios, son sinónimo de civilización, se debe hacer un esfuerzo por mantenerlos. Se echan en falta algunos acuerdos en los temas fundamentales”, lamentó.

González le cogió el guante y concretó: “Para los que se llaman a sí mismos constitucionalistas, y yo creo que lo son de buena fe, lo primero que hay que ser es muy cuidadosos con que la Constitución funcione y se cumpla. No podemos tener los órganos constitucionales varados. Es un incumplimiento flagrante de un mandato constitucional con consecuencias difíciles de calcular desde un punto vista seguridad jurídica”. Poco después, sentenció que, incluso para reformar la Constitución, “tenemos la primera obligación de darle cumplimiento”.

Rajoy haría el último comentario al asunto lamentando que “el entendimiento en los temas fundamentales es cero”, y mencionó entre esos temas la renovación de los órganos constitucionales. “No voy a entrar en si la culpa la tiene uno o la tiene otro, pero en las grandes cuestiones que ahora mismo importan a los españoles, no han llegado a ninguna suerte de entendimiento”.

En la conversación, los dos expresidentes insistieron en la necesidad del diálogo y de los “pactos” en los grandes asuntos que atañen a los ciudadanos. Coincidieron en la reflexión que hizo González de que hay un “acortamiento de la libertad”, en una constante apuesta por lo “políticamente correcto”, respecto a la que él defendió una “libertad de pensar con responsabilidad” que concretó en la frase: “Digo lo que pienso y pienso lo que digo”.

SIN COLOR

En ese sentido, arremetió -sin mencionar a nadie- contra los que defienden algunos regímenes según el color político. “Los tiranos, los caudillos populistas, no tienen color, destruyen las oportunidades de sus pueblos, no les demos color para justiciar lo que no tiene justificación sea quien sea”, respondió.

Así, Gónzalez dijo que hay “demasiado reglamentarismo” y abogó por perder “un poco de pasión ‘legislandi’” ya que, a su juicio, “confundimos aprobar una ley con cambiar la realidad”.

“Durante el tiempo de Franco había un Torquemada”, que te decía “cómo hay que ser español”, pero “ahora hay un montón de inquisidores que te echan a los caballos”. “Son poliédricos, y están en todos lados, gritan libertad pero para mí”, recriminó.

Rajoy, en su añoranza de pactos para renovar los órganos constitucionales, ya había contrapuesto la situación actual a la Transición y la aprobación de la Carta Magna, “una de las operaciones políticas más importantes que se hicieron en España”, y que “generó un cierto ambiente de consenso” en los temas más importantes. “El balance de estos 40 años es realmente insuperable”, se jactó.

Otra cosa que reclamó al momento actual, en nueva coincidencia con González, es “una cierta contención institucional”, frente a la “proliferación de leyes”. Desde su punto de vista, “hay un exceso de regulación y eso también es falta de claridad para los inversores”, en situaciones como “no saber qué va a pasar con la reforma laboral” o un plan de reformas que dén estabilidad.

El expresidente del PP atribuyó el exceso de normas a que “cuando se fabrican algunos ministerios que no tienen competencias, algo tendrán que hacer, y entonces hacen decretos”. González aprovechó la coyuntura para, criticarlo veladamente, recordando que en sus 14 años y medio al frente del Gobierno, tuvo 54 ministros.

ESPAÑA CENTRIFUGADA

El expresidente popular alertó igualmente contra la proliferación de partidos políticos, pues ahora hay 17 en el Parlamento “pero en algunas provincias también pretenden acceder al Congreso”, según apuntó en probable referencia a la plataforma La España Vaciada y alguno de sus socios provinciales. Para González, esto nace de la falta de centralidad y de la “España centrifugada", mientras que su interlocutor alertó de que "podemos llegar a una situación de ingobernabilidad absoluta” y se declaró “defensor del bipartidismo y de la centralidad que es el bipartidismo”.

Ya antes se había reafirmado en su decisión de no haber reformado la ley electoral con una simple mayoría, algo que le parece “un disparate”.

Rajoy, como antes había hecho González pero con mucho menor desarrollo, se quejó también del “superávit de torquemadas” que hay en España. También instó a hacer un buen uso de los fondos europeos para la crisis del coronavirus, y finalmente añoró la situación en Alemania, donde el nuevo Gobierno que se forme “sabe que el Presupuesto se va a aprobar y no se va a encontrar con sorpresas y problemas de última hora”.

En este punto quiso trazar un contraste con España para criticar abiertamente a Unidas Podemos: “SI usted está en el Gobierno, usted tiene que aprobar el Presupuesto; si no, es usted un irresponsable y tiene que abandonar inmediatamente ese Gobierno”.