MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
Solo el 23% de los ocupados no pluriempleados que se dan de baja por abandono voluntario tiene un nuevo empleo en el plazo de una semana, mientras que el 60% no se incorpora a otro puesto de trabajo al menos hasta dos meses después, por lo que dimitir del empleo no siempre tiene como causa el haber encontrado otro mejor.
Esta es una de las conclusiones del IX Observatorio trimestral del mercado de trabajo realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), junto a BBVA Research y Sagardoy Abogados, en el que se analiza el aumento de las dimisiones voluntarias de puestos de trabajo, centrándose sobre todo en datos del año 2022.
Aunque en España el conocido como fenómeno de la ‘gran dimisión’ no ha adquirido tanta fuerza como en otros países, las cifras apuntan también a un aumento del número de personas que dejan voluntariamente su puesto de trabajo. Y, según vienen advirtiendo diferentes estudios, no siempre se toma esta decisión por motivos económicos, sino que va ganando peso el malestar que sienten algunas personas en su puesto de trabajo por aspectos no retributivos como las dificultades para la conciliación.
De hecho, según el último estudio de Fedea, la mayoría de los empleos conseguidos después de abandonos voluntarios no supone una mejoría en el grupo de cotización. Sólo el 27% de los empleos que se consiguen después de una baja por abandono voluntario tienenun grupo de cotización mayor que el empleo que se abandonó y el 37% tiene un grupo inferior.
TIPO DE CONTRATO
Además, antes de la reforma laboral de 2021 pactada entre Gobierno, sindicatos y patronal, una parte sustancial de las bajas por abandono voluntario suponía un empeoramiento posterior del tipo de contrato en el nuevo empleo (35%), si este era indefinido ordinario, o una no mejora (62%) si era temporal. En 2022, un 28% de los nuevos empleos de los que tenían contrato indefinido ordinario fueron temporales o fijos discontinuos y el 40% de los que tenían contratos temporales continuó con este tipo de contrato.
Asimismo, las afiliaciones con contratos indefinidos ordinarios han pasado a representar entre el 60% y el 70% de las bajas totales de este tipo entre 2022 y los primeros meses de 2023. Pero el 10% de las bajas por abandono voluntario totales se produjo entre los fijos discontinuos y se multiplicaron por siete en 2022.
Así, no solo son una de las causas más significativas del aumento total de las bajas de afiliación, sino que también supone una parte no despreciable de las bajas por abandono voluntario de los afiliados con contratos indefinidos. De hecho, el aumento de las bajas por abandono voluntario de los fijos discontinuos supuso el 24% del aumento de las dimisiones de los contratos indefinidos totales.
PROBLEMA DE VACANTES
Por otra parte, Fedea señala que el porcentaje de asalariados que busca otro empleo se encuentra en máximos de las dos últimas décadas, mientras las dimisiones continúan su senda ascendente de los últimos ejercicios, interrumpida únicamente en 2020, coincidiendo con los peores momentos de la pandemia y la parálisis económica que sufrió el país.
Precisamente, diferentes patronales sectoriales y la propia Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) vienen advirtiendo de las dificultades crecientes de cada vez más empresas para cubrir determinadas vacantes.
Una realidad que los sindicatos CCOO y UGT reconocen pero que reducen a casos excepcionales. Además, consideran que en la mayoría de casos la causa no es que haya falta de cualificación o desinterés por trabajar por parte de los ciudadanos, sino las condiciones “precarias” que se ofrecen en determinados empleos. “Es que a solo dos horas de avión hay gente que encuentra condiciones laborales mucho mejores”, espetó esta misma semana el líder de CCOO, Unai Sordo.
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