MADRID, 19 (SERVIMEDIA)

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, viajará este jueves a Roma en el marco de su gira europea contra la inmigración ilegal y se reunirá con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, para conocer de primera mano su política migratoria.

Feijóo se verá las caras con Meloni en la capital italiana y posteriormente comparecerá ante los medios de comunicación a las 13.30 horas acompañado de Antonio Tajani, vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores de Italia. Además, Tajani es secretario general de Forza Italia, el partido fundado y dirigido por Silvio Berluschoni hasta su muerte y el socio de gobierno de Hermanos de Italia. Y el aliado italiano dentro del PP europeo.

Tras su encuentro con el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, Feijóo anunció su intención de levantar una “alianza europea” contra la inmigración ilegal, y avanzó que emprendería una gira por el continente para exponer y defender sus medidas para paliar la presión migratoria que sufre el sur de Europa y, particularmente, Canarias. Tras Atenas, visita ahora Roma, los dos modelos que ha contrapuesto frente a Pedro Sánchez.

El pasado lunes fue el primer ministro del Reino Unido, el laborista Keir Starmer, el que se interesó por la política migratoria de Meloni y se reunió con ella en Roma. “Italia ha logrado una drástica reducción de la inmigración ilegal y quiero entender cómo ha ocurrido”, explicó. “Parece que han hecho un trabajo en origen, con los países de donde proviene la gente […]. Siempre he pensado que la prevención y evitar que esta gente viaje desde sus países de origen es la mejor forma de tratar este asunto”, añadió antes de afirmar que comparte “la intención de acabar con este vil negocio que empuja a la gente a través de las fronteras”.

Esa vocación es la que recogió Feijóo en su acuerdo migratorio con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo. El documento, que fue remitido al Gobierno de Sánchez, contempla un ‘Plan de Acción contra el Descontrol Migratorio’ para reforzar las fronteras españolas con un mayor control policial, labores en los países de origen para desarticular las mafias de tráfico de humanos y solicitar la colaboración de autoridades europeas como Frontex y la Agencia Europea de Asilo para ayudar en las labores de vigilancia.

Además, apuesta por vincular las inversiones en los países de origen a “una efectiva colaboración en el control de las llegadas irregulares”, y revisar los acuerdos suscritos con Marruecos, Senegal y Mauritania para establecer sanciones en el caso de que no colaboren de forma efectiva en la tramitación de los expedientes de devolución.

Esta propuesta se hizo mirando a Italia. El Gobierno de Meloni apoya económicamente a Libia y Túnez para que bloqueen las salidas de cayucos en sus territorios. Lo que no contempla el plan del PP, que es otro de los principales ejes de la política migratoria de Meloni, son acuerdos como el del “modelo italo-albanés”. A principios de este año, Italia cerró un acuerdo con Albania para derivar al país balcánico hasta 36.000 solicitantes de asilo. El PP, por su parte, aboga reubicar migrantes entre Estados miembros –Albania no lo es–.

La política migratoria de Italia, al igual que la de Grecia, ha sido muy criticada por los activistas de derechos humanos y también por el Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, acusó a Feijóo de competir con Vox por “ver cuál de los dos es más racista y dice la animalada más gruesa” tras viajar a Atenas.

SEPARACIÓN DE MELONI CON VOX

El encuentro entre Feijóo y Meloni se produce solo dos meses después de que Vox abandonara el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), presidido por la primera ministra italiana, en favor de Patriotas por Europa, la nueva plataforma política impulsada por el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, aseguró entonces que la relación bilateral de Vox con Hermanos de Italia, el partido de Meloni, va “mucho más allá de los grupos en el Parlamento Europeo” porque es un proyecto “histórico común que, con todos los aliados, reconstruirá Europa”.

Unos meses antes, en la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio, Feijóo se abrió a pactar a Meloni porque, según defendió entonces, no es “homologable a otros partidos que se consideran de extrema derecha en Europa”.