MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
El exministro de Hacienda Cristóbal Montoro lamentó este lunes el papel jugado por el excomisario José Manuel Villarejo en las supuestas maniobras contra el independentismo catalán, pero unió a la oposición en su contra, salvo a Vox, al negar tener conocimiento de la supuesta 'Operación Cataluña' durante el gobierno de Mariano Rajoy.
Así lo aseguró Cristóbal Montoro durante su comparecencia en la comisión del Congreso que investiga la llamada 'Operación Cataluña', el supuesto espionaje a políticos independentistas durante el 'procés' y a miembros de partidos como Podemos.
Montoro defendió su papel como ministro de Hacienda con respecto a Cataluña y acusó al tripartito de "arruinar" Cataluña, cuando "promovieron una financiación autonómica de todo el Estado español en el 2009, que lo único que produjo fue una crisis fiscal formidable en España".
Además, arremetió contra el excomisario José Manuel Villarejo, después de "rendir también un homenaje público a la Policía española", que pidió no confundir con "determinadas personas que no deberían haber estado nunca, y ni siquiera tendrían que haber existido dentro de esos servicios".
El exministro logró enervar a la portavoz de Podemos, Martina Velarde, al defender su política fiscal, su respuesta a la crisis financiera de 2008 y su papel en los Ejecutivos del PP de los que formó parte. Velarde le afeó la salida a la crisis, la entrada de España en la guerra de Irak y la aplicación del artículo 155 de la Constitución a Cataluña tras la declaración de independencia posterior al referéndum de independencia de octubre de 2017.
Por parte de EH Bildu, Jon Iñarritu consideró que "ha quedado en evidencia" que los gobiernos del PP utilizaron "todos los elementos y todas las armas dentro de la ley, pero también fuera de ella para luchar contra el independentismo".
Josep Pagès i Massó, por parte de Junts, trató de aclarar el papel que jugó el Ejecutivo de Mariano Rajoy y el propio Montoro en la intervención de la Banca Privada de Andorra, y si ello estuvo motivado por el interés del gobierno del PP de implicar a políticos independentistas catalanes en blanqueo de capitales.
TENSIÓN CON ERC
La portavoz de ERC Pilar Vallugera comenzó su intervención mostrando su enfado con Montoro por llamarla "señora" en tono displicente, y el resto de sus intercambios fue de tensión.
Vallugera aseveró que algún excomisario "como Villarejo y Fuentes Gago, bajo juramento, aseguraron que había un canal paralelo con Hacienda para cruzar datos fiscales sin control judicial" para investigar a políticos catalanes. El ministro replicó que cómo iba él a saber si alguien en la Policía buscó datos de Hacienda de cuentas en Suiza: "Pero cómo vamos a tener nosotros las cuentas que tiene este en Suiza", preguntó. Montoro lamentó que el excomisario Villarejo sea "el gran personaje de este país, vaya, vaya elemento".
En el turno de Vox, Ignacio Gil Lázaro rechazó el propósito de la comisión de investigación, y junto con Montoro se dedicaron a elogiarse mutuamente. El exministro le pidió al diputado de Vox que regresara a las filas del PP, y Gil Lázaro confió en que en el futuro próximo haya "ecumenismo" y los populares se acerquen a su formación.
En el turno del PSOE, Manuel Arribas tuvo un bronco enfrentamiento con el exministro después de asegurar que "lo que nos va quedando cada vez más claro" es que Montoro "fue el arquitecto fiscal de una operación ilegal".
"Usted fue un engranaje imprescindible en la maquinaria institucional del Partido Popular para perseguir al adversario político", aseveró. También acusó al exministro de mantener un tono "bravucón y chulesco" con los miembros de la comisión, lo que llevó a Montoro a amenazar con marcharse.
Finalmente, el portavoz del PP, Rafael Hernando, no desaprovechó su turno para pronunciar una intervención defendiendo a Montoro, y tratando de alejar a su partido de la responsabilidad en la intervención de la Banca Privada de Andorra, en una intervención en la que no dejó de nombrar al exministro de Transportes José Luis Ábalos, la trama de 'Tito Berni' y el restaurante Ramsés, epicentro del llamado caso 'Mediador'.
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