La expropiación de YPF por parte del Gobierno de Argentina es un problema más a una España para la que todo son complicaciones
Lo peor del asunto es que nos entramos bastante desarmados ante este
tipo de acciones, sólo queda el derecho al pataleo, y no mucho para no
poner el riesgo el resto de inversiones en el país. Lo único que queda
es tomárselo con ironía y defender a la democracia para sigua
extendiéndose allí donde falta.