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Antoni Leiva Aguilera
Batallas reflexivas
Antoni Leiva, nacido en Vic (Barcelona) en el año 1992. Graduado en Trabajo Social por la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña en el año 2014. Ejerciendo como trabajador social desde 2014 en el ámbito de la salud mental. La denominación de 'Batallas reflexivas' pretende representarse a través de la intersección e interrelación de ideas. Para ello, la 'pregunta' es una herramienta fundamental para cuestionarnos la realidad, y la reflexión desde su máxima potencialidad es el ingrediente perfecto para generar pensamiento. En definitiva, las batallas reflexivas tienen la finalidad de leer la realidad desde un espíritu crítico y deconstruyendo dogmas e ideas preestablecidas o preconcebidas. |
¿Es razonable conectar la apeirofobia y la falacia de reificación? ¿Qué elementos pueden ayudar a asociar ambos conceptos? De manera resumida, la apeirofobia es el miedo excesivo en relación al infinito y a la incomodidad incontable. Y la falacia de reificación es la tendencia a atribuir calificaciones entorno a entidades abstractas como si tuvieran personalidad propia, teniendo en cuenta que ese tipo de asignaciones solo son tributarias para entidades concretas.
El sesgo de atención es la predisposición a fijarse de manera preferencial en los estímulos emocionalmente o significativamente relevantes. Por otro lado, el sesgo de efecto de laguna de exposición es la tendencia a expresar apetencias por elementos que nos son familiares.
¿Es el efecto de Von Restorff una estrategia potencialmente útil para evitar la procrastinación? Según la RAE, procrastinar es “diferir, aplazar.” A modo de ampliación, suele comportar que se retrasen actividades susceptibles de ser atendidas, sustituyéndolas por otras más atractivas y/o irrelevantes. Y el efecto de Von Restorff conlleva poder recordar con mayor facilidad un elemento determinado que está destacado en comparación con otros que están agrupados.
¿Qué es la falacia de McNamara? Esta falacia se puede representar a través de cuatro fases: la primera fase supone medir lo que sea fácilmente medible; la segunda implica descartar lo que no se puede medir con facilidad; la tercera comporta descartar como relevante aquello que no se puede medir; y la cuarta conlleva proclamar que aquello no medible fácilmente no existe.
Si percibimos la presencia de la alienación en nosotros, ¿tiene sentido adoptar una mirada desde el locus de control interno? ¿O irremediablemente debemos adoptar una postura derrotista, y desde ese marco de racionalidad acrecentar la dimensión del locus de control externo como explicación de esa alienación?
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