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En poco más de un mes, miles de estudiantes iniciarán las evaluaciones de final de curso y algunos, incluso, deberán enfrentarse a la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Un momento crucial para su futuro, en el que se determinará cómo podrán continuar con su formación. Ante este contexto, no es ninguna sorpresa que la demanda en academias de clases extraescolares se dispare durante esta época.
La física es probablemente una de las asignaturas que pueden presentar más dificultades para cualquier estudiante. Esto se debe a que es percibida por muchos estudiantes como “compleja”. Lo cierto es que al estar relacionada con la matemática y usar un lenguaje “estricto”, hace que sea difícil de comprender para muchos.
El joven que se desgasta los codos estudiando multiplica el talento inicialmente recibido. Ahora resulta que la disciplina del esfuerzo no es necesaria. Según las nuevas tendencias educativas los estudiantes podrán pasar curso con dos asignaturas pendientes. ¿Se lo han pensado bien las autoridades educativas a la hora de tomar tan absurda decisión? Según la parábola de los talentos, quien no trabaja lo poco que tiene lo pierde todo.
Indudablemente con la LOMLOE, no se están siguiendo las directrices del plan de Bolonia, y es que lo que intentan es que se formen los ciudadanos con unas mínimas habilidades y sin insistir en la importancia de los conocimientos. Lo que se consigue con este tipo de educación, como la eliminación de la Filosofía, prácticamente de los estudios de secundaria, es que todos los alumnos tengan cada vez menos preparación, menos formación, menos contenidos que aprender.
Es la propuesta de la requete-renovada “des-educación” sociata. Vamos a ser didácticos – por lo tanto, políticamente incorrectos – trayendo lo que han dicho sabios de otros tiempos –puede que mejores que estos tiempos, al menos en forma de pensar-. Y, como tratamos la renovadísima enseñanza progre, con esa gran dotación en filosofía, vienen bien algunos pensadores griegos; esos que ya no sirven a la enseñanza desnortada o des-filosofada.
El último objetivo que ha de perseguir cualquier sistema educativo es que los ciudadanos sean capaces de aunar su conocimiento básico y aplicado, sin embargo en las leyes sobre la Educación de los gobiernos socialistas, parece que se proponen todo lo contrario. Con la última Ley de Enseñanza de la indescriptible Ministra del ramo, Pilar Alegría, la formación de nuestros educandos parece que persigue que estos sean cada vez más inútiles.
Por la palabra esfuerzo es posible entender distintas cosas, todas vinculadas con la noción de fuerza, la cual se halla, incluida en su origen etimológico: “esfuerzo” proviene de la unión de dos voces latinas: el prefijo ex- (“hacia afuera”) y fortis (“fuerte”). De modo que el esfuerzo consiste en manifestar la fuerza, o sea, poner ahínco, canalizar las fuerzas físicas, mentales o emocionales hacia el logro de una meta.
La UNESCO expresa la necesidad de la presencia real y suficiente de la filosofía en las leyes y planes educativos de todos los países. Y esto mismo no se está cumpliendo en España. La reducción de las horas lectivas en nuestro país es algo vergonzoso y vomitivo. Es una falta de respeto y una muestra de hipocresía que no tiene precedentes. Se reconoce que la formación filosófica es importante, pero se legisla marginándola y casi causando su desaparición.
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