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INDRA es nuestra y es la llave maestra ('Partido Socialosta monclovita', no obrero, no español = sanchismo). Pero hay que disimularlo a todo lo largo y ancho de la España votadora. Montamos tómbolas falsas por todas partes y el ruido apaga la música, la palabra, las señales, los indicios, los arreglos y todo lo demás.
¿Van a votar a un partido cuyo fundador justificó ya en su primera intervención parlamentaria el atentado personal a un compañero de hemiciclo (aunque no resultó letal, el ataque se produjo); que durante la Segunda República estaba obsesionado con ir a la confrontación civil (cosa que acabó consiguiendo, para encima perderla); que intentó un golpe de estado durante la misma (mil quinientos muertos)...
En pleno bullicio electoral, el voltaje expresivo está subiendo de tono en todos los sentidos, el verbal, el publicitario, el irresponsable, el ofensivo, el filo etarra, el despreciativo, el indiferente... A partir de cierta edad, la nostalgia de un pasado, el miedo al futuro familiar, la incapacidad frente a la mentira vergonzosa, la falta de ilusión ante tanto incumplimiento, la poca fe ante las promesas... “fulminan las ganas de seguir en la brecha del esfuerzo...”
Ni Feijóo, ni nadie puede dañar, ni perjudicar con una pregunta a Pedro Sánchez, porque este ser, aparte de que no responderá directamente a lo que se le inquiera, no suele hacerlo. Nos tiene más que demostrado a los españoles que no es un hombre de palabra, que no cumple lo que dice y que no nos podemos fiar de él.
Hace años iban recorriendo los pueblos unos charlatanes que ofrecían todo tipo de enseres y ungüentos a precio módico y encima te regalaban un peine o cualquier otra cosa de poco valor. Ni que decir tiene que todas las ofertas eran bagatelas pero que en aquellos días servían para paliar la pobreza que inundaba el país.
Desde 1943 que se formula la pirámide de las necesidades humanas podríamos decir que entendemos que el hombre necesita estar seguro, tener amigos, estar alimentado, no tener frío, ni calor, ni hambre, ni sed, ni ser despreciado, sino todo lo contrario, tener éxito en lo que emprenda en su vida…, y así hasta un sinfín de aportes y bienes materiales e inmateriales al ser humano, para sentirse como tal o al menos como un ser vivo con necesidades satisfechas.
El pasado viernes se dio el pistoletazo de salida a las elecciones del 28-M, pero la realidad es que hace semanas que el ambiente ya se había caldeado ante la proximidad del último domingo de mayo, fecha marcada en rojo por todos los aspirantes a ocupar un puesto en los ayuntamientos o en los parlamentos autonómicos.
Cuando esta semana pasada saltó la noticia de la inclusión de 44 etarras condenados por terrorismo en las listas municipales del País Vasco, de los que siete lo han sido por asesinato, confieso que me inundó una extraña sensación de indignación y tristeza. Es como si la sangre que riega el cerebro a través de sus arterias y venas, lo hubiera anegado con la fuerza de una lluvia torrencial.
Los hispanos “los de abundantes refranes” (nos llamaría Homero), los tenemos para todo y también para cualquier ocasión. Quien lo ponga en duda que inquiera en el Quijote y comprobará la abundancia de ellos que tenía el cazurro Sancho, aplicables a cada momento y, en ocasiones, aunque no viniesen a cuento.
Las encuestas son resúmenes de una probabilidad acotada en una zona y un momento para una consulta electoral. Se hacen recogiendo opiniones, con fiabilidad dudosa, de electores con características estables a veces, o anónimas y cambiantes casi siempre.
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