Es posible que, como muchos esperábamos cuando Rajoy se retiró de la política, una vez que la moción de censura presentada por el PSOE tuvo éxito, dejando al PP fuera del gobierno y con prácticamente toda la oposición en contra suya; la opción que la mayoría de partidarios de un relevo a lo que fue la desgraciada etapa del señor Rajoy, cuando se dejó amedrentar por las amenazas secesionistas de Cataluña y se dejó mal aconsejar por aquellos que no supieron mantener una política enérgica, de rigor y de defensa a ultranza de la Constitución española, cayendo en el cepo de los soberanistas catalanes de irles cediendo, poco a poco, pequeñas partes de poder que, sin embargo, no le sirvieron para otra cosa que para infundirles ánimos, confiados en que si insistían en su postura levantisca iban a conseguir sus objetivos de obtener más autogobierno, más concesiones y dar un paso de gigante para alcanzar, en unos años, su objetivo final: la independencia; fuera la de un cambio radical de la política de aquel gobierno.