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Los países deben forjar un “pacto azul” para proteger el océano, porque el cambio climático, la contaminación y la sobrepesca amenazan los medios de subsistencia de 3000 millones de personas que dependen de ese recurso para obtener alimentos e ingresos, según un informe de la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo). El objetivo es “conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos”.
Un nuevo Tratado de Alta Mar, para convertir al menos un 30 por ciento de los océanos en áreas protegidas, acaba de ser adoptado, al cabo de casi dos décadas de esfuerzos, por una conferencia intergubernamental de las Naciones Unidas.
Estudios recientes sobre la situación de la biodiversidad en el mundo muestran una pérdida sin precedentes de especies, ecosistemas y de diversidad genética en tierra, pero aún se desconoce hasta qué punto estos patrones son generalizados en los océanos. Existe una necesidad urgente de desarrollar indicadores de vigilancia que permitan monitorizar la salud de los ecosistemas marinos y el posible riesgo de extinción de sus especies.
Con motivo del Día Mundial de los Océanos, Coca-Cola celebra la quinta edición de "Mares Circulares", una iniciativa enmarcada dentro de la estrategia global de la compañía "Un Mundo Sin Residuos". "Mares Circulares" se lleva a cabo gracias a un programa de alianzas, y tiene como objetivo realzar la importancia de los mares al ser una fuente de vida y el sustento de la humanidad.
Nuestra vida, que es un gran oleaje de vivencias permanente, halla su gran reserva en el azul del manto, reflejo celeste en la tierra, que envuelve más del setenta por ciento del planeta. Casi nada. Verdaderamente, sin el pulso de los océanos no podríamos vivir. Prueba de ello, es que producen al menos el cincuenta por ciento del ciclo viviente, tanto de oxigeno como de biodiversidad y de proteínas.
Reivindico el rescate poético de los océanos, esa belleza natural que hemos de conservar y proteger, pues forman parte de nuestro pulso viviente, de nuestro propio sentir que camina y se regenera por estos espacios inmensos, escenario habitual de los más sublimes latidos, renaciéndonos a una biografía de sueños, que es lo que hace que la vivencia sea interesante.
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