Los microplásticos, pequeñas partículas de plástico de menos de 5 milímetros, suponen un peligro para el medioambiente y actualmente son una de las principales causas de contaminación en océanos, lo que repercute tanto a la vida marina como al ser humano.
Según la ONU, en su comunicado referente al Día Mundial del Medio Ambiente, la contaminación de plásticos se ha convertido en uno de los desafíos más importantes de nuestro tiempo:13 millones de toneladas de plástico se vierten en el océano cada año, los que tardan más de 100 años en degradarse en el medio ambiente.
En su caso, Laboratorios Quinton, farmacéutica dedicada a la fabricación de productos naturales a base de agua de mar microfiltrada en frío, ha realizado un análisis de microplásticos en la materia prima utilizada para la elaboración de sus productos de terapia marina, agua extraída del Golfo de Vizcaya. Esta tarea ha sido remitida a un Laboratorio externo, acreditado por ENAC, para verificar, desde su departamento de calidad, que en dicha materia prima, agua de mar, no se ha dado presencia alguna de microplásticos.
¿Cómo sucede esto? Los contaminantes se adsorben en las partículas de microplásticos y el zooplancton los ingieren. Estos pequeños organismos se encuentran casi en la base de la cadena alimentaria marina, por lo que multitud de especies se alimentan de ellos, y aumenta el riesgo de que los contaminantes lleguen hasta el ser humano.
Un estudio de la Universidad de Melbourne muestra que los microplásticos pueden ser un vector de contaminación química de la cadena alimentaria que aumenta la exposición a contaminantes hormonales e impacto en la movilidad, reproducción y desarrollo. Y es que un estudio hecho por consumidores de marisco en Europa confirmaba que cada persona consume alrededor de 11.000 microplásticos al año. En el ser humano, del 99% de microplásticos que se ingieren, al menos un 1% se queda en los tejidos.
|