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A ver qué hacés con tanto sol, mostrame que no solamente una vez amé en la vida. ¡Con lo que me gustaría estar en tus planes! Precisarme en diría la más precisa de las acepciones. Vos me definís (guión) definirías si te pienso fallezco si te siento. Si te cité será que clamo que viniste. Ya que es así, quedate para siempre. Ganas de decirte que tengo que te quiero. Ganas libres, la gana. Yo te bendigo atentamente. Ven, digo, a mí.
Hay ocasiones en la vida, en las que nos asaltan las inquietudes. A veces, surgen como fuego y perturban nuestro entorno e incendian de todas las formas posibles aquello que nos aturde y nos deja con sensaciones convulsas sobre los caminos que vamos tomando en el andar diario.
Papá quiero escribir un libro lúbrico, obtuso, alucinado, un libro que falte no escribir, el más atroz, más mal no escrito, ni siquiera un poquito. Entré con dientes, pero no con todo me quedé afuera un poco. Yo nunca fui a la escuela, yo realmente nunca vendí diarios. Cuando yo medio no existía yo era demasiado yo para mí solo.
Los espasmos finales de la petite mort marcan la desconexión de este plano. La realidad se disuelve, y el amante se sumerge en un puente entre lo tangible y lo etéreo. Las formas se desvanecen en pulsos eléctricos, y la mente vaga hacia lo desconocido, cuestionando su verdadera esencia. ¿Es él mismo o alguien más en este espacio intermedio? La respuesta escapa, un susurro queda en el aire.
Confiscadas por Gauguin cinco bonitas esfinges sentadas de Oceanía no cesa de morir Cézanne, sobre la mesa viva de alcohólica naturaleza muerta con las cuatro estaciones arrojándose desde los tejados de Pissarro es incuestionablemente en el jardín donde desayunaremos con Monet...
Heidy Fajardo es maestra, terapeuta holística, poeta y actualmente estudiante universitaria de la carrera de psicología. Nació en San Pedro Sula (Honduras), misma ciudad en la que reside. Ha publicado el poemario «Burbujas» bajo el sello de la editorial “Atea” en el cual nos habla de distintos temas y actuaciones humanas: la defensa de la mujer y el fortalecimiento de sus derechos, el amor, el desamor y realidades sociales.
No es menos importante la distancia existente entre nosotros, siempre existirá algo que nos une. Las lunas, los soles, el calor, lluvia, los impases y pases de la vida y muchísimas más cosas y cosas de toda índole; ¿acaso se debe fingir que existen cosas? ¿o instrumentos de marfil o de rosas, o no sé qué?
Una muchacha desocupada de París es cruzada por su ideal romántico un gato negro cruza por el rayo verde una flor amarilla cruza por el mediodía una dama de picas cruza por el mes de julio y por Julio Verne...
Yo amo “la libertad”. Tener la posibilidad de volver a ser libre… no quiero perderla ya… Quiero ser feliz con cielo y tierra, tener la posibilidad de olvidarlo todo,
Los rayos del sol transforman lo gris en algo menos sombrío y lo claro en luminosidad. Una vez más, esta afirmación se confirma con el amarillento papel sobre la lápida de concreto frío; el haz de luz genera la ilusión de que se trata de hojas recientes, no de desgastada celulosa de contrabando.
Los siguientes dos poemas pertenecen al poemario «La Bella Revolución», de Ángel Padilla, editado en su edición definitiva, en 2024, por la editorial La Tortuga Búlgara.
Mi amado me impide seguir escribiendo, es mucho el castigo que estoy padeciendo, mirando sus ojos, jamás serán míos, mi amado me ama, mi amado me quiere, pero teme que en Internet encuentre a otro, no sabe que no hay otro más que él.
Voces no oigas...
Una martingala deshaciéndose entre los dedos de nuez fosilizada, una martingala distrayéndose, jugándose la cruz, la rosa y la sangre (y sus poco demoradas equivalencias). una martingala, que no dos, que no cinco ascuas o catorce herreros apostando al refrán que les incumbe...
Afuera todo transcurre con normalidad. Vehículos indebidamente estacionados en doble fila a las afueras de las escuelas del barrio.
Un repartidor de pizzas sortea el intenso tráfico montado en una motocicleta negra del año 2009, mientras el sacerdote de la iglesia confirma que solo Chonita acudió al servicio religioso. Personas de aquí para allá, de allá para todas partes.
Hoy me encontrado a un hombre respetable, exhibiendo horrorosas pantorrillas, a juego con impúdicas canillas, que le dan un aspecto lamentable.
Llegamos de una rosa antigua de una enunciación antigua de la rosa llegamos de unos pliegos amarillos que sólo olían ya a polvo y a muerte.
'Te amo como nadie te ha amado, como nadie te amará, como si se tratara del mejor de tus relatos', dijo en la medida que se entregaba en los brazos bronceados de Susana, la mujer de mirada miel dueña de sus sueños.
Cada vez que una grafía aparece escrita, la figura de ese ser va conformándose. Con una estrofa completa aparece un dedo, dos poemas dan origen a sus brazos. Extraña correlación frente a quien ya se ha percatado del fenómeno y puntual le sigue con incredulidad y extrema curiosidad de investigad
La poeta hondureña Alejandra Maldonado Erazo nació el 3 de diciembre de 1982, en la ciudad de San Pedro Sula, Cortés. Realizó sus estudios superiores de Ingeniería Industrial y Sistemas en la Universidad Tecnológica Centroamérica (UNITEC) de San Pedro Sula. Si le preguntan el motivo por el cual eligió publicar un libro de poemas, ella dará la siguiente respuesta: “Mi corazón se expresa en poemas, mi alma desborda en sentimientos y mi mente escribe en rimas”.
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