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El BCE está preparado para bajar los tipos de interés. La inflación ha bajado al 2,2%, mientras que los riesgos para el crecimiento van en aumento. Este jueves se espera una reducción de 25 puntos básicos en la tasa de depósito, que pasaría al 3,5%, sin indicaciones claras sobre lo que sucederá después. Es probable que el BCE enfatice su dependencia de los datos, ya que la inflación subyacente sigue en el 2,8%.
El periodista Xavier Vidal-Folch es una de las firmas que siempre leo con interés, por su habitual lucidez y porque siempre aprendo de sus escritos, esté o no de acuerdo con lo que dice. Hoy publica en El País un artículo sobre el retraso en el nombramiento del gobernador del Banco de España y plantea muy bien la controversia que suscita el posible nombramiento para el cargo del actual ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá.
De acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, aunque las presiones inflacionistas están disminuyendo, el endurecimiento de la política monetaria sigue lastrando los ingresos reales de los hogares y la confianza de los consumidores, lo que está provocando una reducción de la demanda de bienes de consumo duradero en la mayor parte del mundo.
El incremento de los tipos de interés está provocando un impacto significativo en la estructura de costes del tejido productivo que puede afectar a sus capacidades para operar de forma rentable. De acuerdo con el último Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, el 82% de las empresas españolas confirma que las subidas de tipos están impactando en su capacidad para financiarse adecuadamente.
Crédito y Caución prevé que en 2023 se produzca un aumento global del 49% en los niveles de insolvencia, en el marco del proceso de ajuste a los niveles prepandémicos. Tras la interrupción de los estímulos fiscales y moratorias concursales vinculadas a la pandemia, pueden transcurrir hasta ocho trimestres hasta que los niveles de insolvencia se normalicen.
Se espera que el 2023 sea el año en el que se alcance la plena recuperación global y el final de la pandemia. Con esta expectativa y asumiendo que vivimos en una época dominada por la incertidumbre caracterizada por la sucesión de eventos impredecibles, Grupo Caminos, a través de su gestora Gestifonsa enumera por orden de importancia cuales pueden ser las claves económicas que marcarán el nuevo año.
‘’Peculiar dato el publicado de IPC en España, con la inflación subyacente en franca subida (6,9%) y dando un claro sorpasso a la inflación general, que con un 5,8% corrige de manera clara en el mes. El efecto (poco habitual) es debido a la bajada en estos últimos meses del precio de luz y energía, especialmente en comparación con la fuerte subida de estos conceptos en diciembre del año pasado’’.
El Fondo Monetario Internacional estima que, durante la pandemia, el crecimiento de la deuda privada equivale al 13% del PIB mundial, un “incremento sin precedentes” que ralentizará durante los tres próximos años la recuperación económica global tanto en las economías avanzadas (0,9 puntos porcentuales) como emergentes (1,3 puntos porcentuales).
En el cuadrado de la inflación, el crecimiento económico, la política monetaria y los mercados financieros, la inflación ha sido el factor impulsor subyacente durante algún tiempo. Esto repercute en las políticas de los bancos centrales (de endurecimiento) y en el crecimiento económico (menor).
“El BCE ha ponderado una serie de escenarios, algunos adversos, donde hablan de una inflación del 7,1% en Europa y crecimiento del 2,3. Es evidente que, si la inflación no mejora, habrá que ser más drástico en política monetaria, y eso podría traducirse en un cuadro coyuntural de cierta estanflación en unos meses vista”, advierte Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía.
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